Coca-Cola es probablemente la bebida más conocida en todo el mundo debido a sus grandes campañas de marketing y a un producto que se posiciona en prácticamente todos los países. Pero no es solo una marca, sino que cuenta con otras grandes marcas como Fanta o Sprite.

Con un importante portfolio de marcas, la empresa opera en más de 200 países de todo el mundo y copa los segmentos más importantes del mercado. Tanto es así, que de 64.000 millones de servicios de bebida que se consumen al día, 2.200 millones los proporciona la compañía a través de marcas propias o licencias.

La empresa ha sido capaz de volver a crecer en estos últimos años, tras algunos periodos de caídas de ventas. Además, la compañía muestra una buena imagen de marca y fidelidad de los clientes, puesto que en los últimos trimestres está siendo capaz de elevar los precios y no caer en volumen de ventas.

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Por su parte, el beneficio por acción ha crecido más de un 12% en el 2023.

Si estimamos un beneficio por acción de 2,7 dólares, con un crecimiento que refleja la capacidad de la empresa para subir precios, y le aplicamos un múltiplo PER de 25 veces, nos daría un precio objetivo de 67,5 dólares la acción. Esto supondría un potencial del 14% con respecto a los precios actuales en una compañía consolidada.

El precio de la acción está tocando su media móvil con un descenso del volumen importante, lo que nos hace pensar que la acción rebotará con fuerza. Más aún, teniendo en cuenta la tendencia alcista en el corto plazo en la que está envuelta el precio, por lo que vemos factible los 67,5 dólares por acción a lo largo del año. El rebote en su media móvil es algo frecuente y que pensamos que volverá a ocurrir.

*** Javier Cabrera es analista de XTB.