Todas ellas -aunque Nvidia sólo momentáneamente- forman parte del selecto club de compañías cuya capitalización bursátil supera el billón de dólares. Su gran tamaño se ha sumado en este ejercicio a las fuertes subidas que registran.

Y ambos factores han propulsado al Nasdaq 100 -el selectivo tecnológico de Wall Street- cuya rentabilidad acumulada en lo que va de ejercicio ha superado el 30%. El peso de todas estas compañías es muy elevado en el índice, pero también lo es en el S&P 500, a pesar de ser un índice mucho más amplio.

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En concreto, el valor en el mercado de Apple es de casi 2,8 billones de dólares, algo superior al de Microsoft, de 2,46 billones. Ambas compañías suben en torno a un 37,5% en 2023.

Algo más inferior es el tamaño de Alphabet o Amazon, de 1,58 y 1,25 billones de dólares, respectivamente, mientras que la rentabilidad ofrecida a los inversores desde enero ronda el 40%.

Aunque su tamaño es algo menor -llegó a superar el billón de dólares el pasado martes- si hay una compañía que destaca entre todas ellas esa es Nvidia. Su subida es del 164,5%, impulsada en gran medida por los buenos resultados del primer trimestre que el fabricante de semiconductores acaba de presentar.

“A pesar del elevado precio de las acciones, el entusiasmo que rodea a Nvidia no muestra signos de disminuir, lo que pone de manifiesto el interés constante de los inversores”, comenta Gabriel Debach, analista de mercados de eToro.

Más de 9 billones

La capitalización bursátil conjunta de las tecnológicas de megacapitalización es superior a los 9 billones de dólares, el 24,5% de la capitalización total del S&P 500, que es de 37 billones de dólares.

Frente a la mencionada subida media del 68% de estos gigantes, el repunte anual del índice es del 9,5%.

Según subrayan los analistas de Jefferies en una nota datada el 18 de mayo y de la que se hace eco Morningstar, estas cinco compañías representan un 78% de la subida del S&P 500.

Por el contrario, los mismos expertos señalan que sólo un 29% de los valores del índice superan su rendimiento. Es el porcentaje más bajo desde 1999.

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De hecho, si la comparación se realiza con el S&P 500 Equal Weight Index -la versión equiponderada del S&P 500- el resultado es más llamativo: el índice sufre una caída anual del 0,5%. De forma similar, el Dow Jones, en el que solo cotizan dos compañías de este grupo -Apple y Microsoft- también registra ligeras pérdidas.

“Las grandes tecnológicas se han utilizado como valores defensivos por sus modelos de negocio, sólidas posiciones financieras y por los programas de recompra de acciones”, apunta Joaquín Robles, analista de XTB, para explicar este buen comportamiento.

Tipos de interés

Todo ello tiene lugar tras un 2022 bastante duro para el sector tecnológico, a medida que el proceso de subida de tipos iniciado por la Fed iba mermando el atractivo inversor de este tipo de valores.

“No obstante, es probable que estemos llegando al final de las subidas de las tasas de referencia en Estados Unidos, de ahí el repunte de las tecnológicas al mejorar guías para este año, y con un sector de IA que puede continuar creciendo debido a la innovación”, indica Diego Morín, analista de IG.

ChatGPT

En el caso concreto de la inteligencia artificial, Ben Laidler, estrategia de mercados globales de eToro, recuerda que esta tecnología ya se mencionó en 1956 en una conferencia de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, “ha necesitado avances en la potencia de cálculo y almacenamiento para impulsar el aumento de la I+D observado en tan solo los últimos tres años, y el lanzamiento en noviembre de ChatGPT para captar la atención de un mayor número de inversores”, indica el mismo experto.

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Según la encuesta que la plataforma realiza entre sus inversores minoristas, en el primer trimestre del año un 54% de los usuarios señaló que había aumentado o mantenido sus apuestas por la inteligencia artificial. En comparación con este porcentaje, sólo el 21% señalo que las había reducido o incluso evitado.

Frente al elevado interés de los inversores, Morin advierte de que "en muchas ocasiones se están pagando precios 'altos' por algunas compañías".

Asimismo, desde su punto de vista, “podría estar creándose una especie de ‘burbuja’ en el sector y no descarto que puedan darse correcciones importantes”, por lo que los inversores deben “seleccionar con cierto criterio el tipo de empresas de IA” que incluyen en sus carteras.