El Ibex 35 mira de nuevo a Brasil. Si hace unos meses eran las elecciones presidenciales lo que captaba la atención de los inversores ahora lo son los altercados que han teniendo lugar en el país y cuyo efecto divide a los analistas. En opinión de algunos, la escalada de la inestabilidad tiene un efecto de corto plazo, mientras que para otros podría provocar una “hecatombe” en la Bolsa española.

Miles de partidarios del expresidente brasileño Jair Bolsonaro asaltaron el domingo el Congreso, la Presidencia y el Supremo de Brasil, aunque la policía logró recuperar el control de las sedes de los tres poderes. El recién estrenado presidente del país, Lula da Silva, acusó a su predecesor de estimular la invasión.

Los radicales, que están convencidos de que les robaron los comicios -hay que recordar que Bolsonaro perdió con un 49,1% de los votos-, exigían una intervención militar para echar a Lula del poder.

Volatilidad

Tras producirse los altercados, y antes de que diese inicio la sesión bursátil de este lunes en España, los analistas de Renta 4 destacaban que “si bien no tiene visos de ir a más, podría generar volatilidad en los valores más expuestos al país”. “Noticia negativa”, sentencian los expertos de Bankinter, quienes señalan que “el asalto de Brasilia recuerda al del Capitolio de Estados Unidos de hace dos años”.

En opinión de Javier Molina, analista senior de mercados de eToro, lo sucedido en Brasil ha tenido “un impacto relativamente neutro en los mercados”. “Hay un rechazo general de la sociedad y eso hace que los valores con más intereses en Brasil, como Telefónica, Santander, Mapfre o Prosegur, se estén comportando relativamente bien en el mercado”, explica.

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A pesar de ello, Banco Santander, Telefónica o Iberdrola registraban descensos en la sesión de este lunes. Diego Morín, analista de IG, advierte de que “si se producen mayores focos de inestabilidad, esto puede desencadenar en problemas para el Ibex 35 y las cotizadas españolas, ya que el país brasileño es el cuarto del mundo en inversión española, con algo más de 45.000 millones”.

En su análisis, Morín también resalta que “Brasil ha sido el culpable de la mejora en las cuentas del Santander de los primeros nueve meses del 2022, o de Iberdrola y su filial eléctrica en el país". Por ello, cree que "una escalada de la inestabilidad, provocaría una hecatombe en el Ibex 35”.

Por el contrario, Molina insiste en que “el impacto de estas noticias es muy limitado y de muy corto plazo”. Este experto se queda con “la foto del Bovespa, que sigue en una zona de consolidación y que lleva un alza del 6,8% en el último año”.

Aunque los analistas de la entidad suiza Julius Baer no descartan “la posibilidad de que más protestas violentas puedan pesar sobre el mercado en el corto plazo”, subrayan que “el enfoque de los inversores sigue estando en las cuestiones macroeconómicas”. Y hacen una mención especial a la formación del nuevo marco fiscal de Brasil, que se espera para los próximos meses.

Regreso de Lula

Al respecto, la Bolsa de Sao Paulo, reaccionó con fuertes caídas a la investidura de Lula como presidente de Brasil. Sin embargo, recuperó terreno en las últimas sesiones y terminó la primera semana de Gobierno del líder progresista con una ligera bajada del 0,38%.

Tras tomar posesión de su cargo, el pasado 1 de enero, Lula decidió prorrogar los subsidios a los combustibles tras haber dicho que los eliminaría. Además, firmó un decreto que suspendía los estudios para la privatización de ocho estatales, entre las cuales se encuentra la petrolera Petrobras, la mayor empresa de Brasil. Ambas medidas provocaron fuertes descensos en el mercado brasileño.

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El temor inicial de que el nuevo Gobierno eleve los gastos públicos y agrave el ya elevado déficit de las cuentas públicas brasileñas se fue reduciendo y permitió la recuperación del parqué paulista.

En Julius Baer esperan “más señales” de que el Gobierno de Lula “logrará disipar las preocupaciones fiscales del mercado, lo que podría provocar que las acciones brasileñas registren un impulso positivo. Las valoraciones y unos dividendos atractivos juegan a su favor, destacan, así como las expectativas de mejores resultados gracias a la reapertura de China y el posible máximo del dólar estadounidense.