Los parqués norteamericanos enfilan el cierre de la penúltima semana bursátil del año con una caída media en el entorno del -0,75%. Quien más pierde en la apertura es el índice tecnológico Nasdaq 100, que retrocede casi un -1,05%.

Por su parte, el S&P 500 retrocede un -0,65% y el industrial Dow Jones cae un -0,60%. El índice de las pequeñas compañías estadounidenses, el Russell 2000, ha echado a andar con una fuerte caída, pero ahora modera sus números rojos hasta el -0,30%. Incluso ha cotizado en verde por momentos.

Los futuros de Wall Street anticipaban un retroceso promedio de casi el -0,25% justo antes del inicio de la sesión, con el Dow Jones siendo el único con potencial teórico para escalar posiciones.

Los mercados están en un sinvivir con la primera economía del planeta. Por un lado, EEUU publicó ayer su último PIB trimestral, con un crecimiento del 0,8% en el tercer trimestre, más de lo esperado y despejando las dudas de recesión. Por tanto, eso podría equivaler a que la Reserva Federal (Fed) de Jerome Powell continúe con una política monetaria dura de subidas de tipos y no levante el pie del acelerador como le reclaman desde muchas vertientes de las finanzas.

De otro lado, EEUU afronta un “ciclón bomba” de nieve, viento y -55 grados centígrados, obligando a cancelar 7.000 vuelos en Navidad.

Dentro del principal selectivo de la bolsa norteamericana, los valores que más ganan a estas horas son Conocophillips, Hess Corp, Pioneer Natural Resources, EOG Resources y APA Corp, con revalorizaciones de entre el 2,3% y el 1,7%. Muchos relacionadas con la energía en pleno temporal climático.

Por el contrario, las acciones de Moderna, Carnival Corp, Tesla, 3M y Monolithic Power Systems se dejan entre un -4,7% y un -2,7%.