Las bolsas europeas cayeron con fuerza en la última sesión de la semana. La estela bajista que se apuntaba desde Wall Street y las plazas de Asia encontró continuidad en los parqués del Viejo Continente. El Ibex 35 cedió un 1,36% hasta los 8.694,7 puntos. Una caída en la que, por tanto, finalmente, perforó los 8.700 puntos, con el grueso de su cesta de valores en rojo.

El primer vencimiento mensual de derivados del año sumó presión a unos índices que también mostraron flaqueza por otros factores. Según los analistas, fundamentalmente, por la fragilidad de las cuentas de algunas grandes tecnológicas como Netflix y, en menor medida, por la tensión política en Ucrania.

Al frente del retroceso del Ibex 35, los títulos de Siemens Gamesa. La renovable sufrió un desplome del 14% después de haber lanzado su tercer profit warning en solo nueve meses. Las advertencias sobre los obstáculos que debe enfrentar este 2022 se convirtieron en un fuerte lastre para su cotización.

Considerable también, pero de casi la mitad, fue el retroceso de ArcelorMittal, que perdió un 7,2% de su valor en bolsa este viernes. Después, hasta cinco valores cedieron más de un 3%: la también metalúrgica Acerinox (-3,8%), el grupo de aerolíneas IAG (-3,7%), la farmacéutica PharmaMar (-3,4%), la renovable Solaria (-3,2%) y la sanitaria Grifols (-3,1%).

El sector financiero también cayó con fuerza con el Santander retrocediendo un 1,5% al cierre y Mapfre con descensos del 2,7%.

Del otro lado, apenas cinco valores consiguieron esquivar las caídas reinantes. Bankinter sumó un 2,1% después de haber caído en la víspera con la publicación de sus cuentas anuales. CaixaBank se sumó con subidas del 0,3% y la lista se completó con las tímidas ganancias de Amadeus (+0,2%), ACS (+0,2%) y Red Eléctrica (+0,03%).

Como resultado del primer vencimiento mensual de derivados del año, el Ibex 35 se alejó con contundencia de la preciada cota clave de los 8.800 puntos. En su lugar, con un descenso semanal acumulado del 1,3%, su gráfica se acercó peligrosamente al soporte de los 8.600 enteros, que sin embargo fue capaz de aguantar con holgura.

Por lo que se refiere al mercado secundario de renta fija, la tormenta del miércoles siguió dejando paso a una creciente tranquilidad. Así, los bonos españoles a diez años acabaron con tipos del 0,63%, casi 10 puntos básicos menos que en su pico de hace dos días.

A consecuencia de un 'bund' alemán que retornó a cotas del -0,07%, la prima de riesgo se mantuvo en la zona de los 70 puntos básicos.