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El éxito de las criptos como activo despierta el recelo de los que lo temen como dinero

Las criptos triunfan en los mercados financieros más allá del propósito del creador del bitcoin.

25 noviembre, 2021 05:30

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Que las criptos como activo financiero han sido un éxito es algo que ya nadie duda. En poco más de una década se han hecho un hueco enorme y vencido casi toda la incomprensión que despertaban en el sector financiero y bancario

Ahora mismo está tan normalizada la operativa en bitcoins (e incluso en otras criptos y tokens) que se han creado suficiente productos financieros como para que sea posible para cualquiera invertir en él sin necesidad incluso de tener que poseer bitcoin. 

Supone, por ejemplo, la posibilidad de operar en futuros, o en CFDs, o en ETFs (fondos que cotizan y se mueven de forma similar a las acciones). Incluso quien quiera invertir pero prefiera la familiaridad de otros tipos de inversión más tradicionales puede simplemente comprar acciones de una empresa del sector. 

Invertir en criptos sin comprar criptos 

Las empresas tienen estructuras que pueden resultar más familiares para el inversor medio, como equipos ejecutivos que toman decisiones y resultados financieros que tienen que divulgarse. Esa puede ser una de las razones por las que algunos prefieren esta vía para obtener una exposición indirecta a bitcoin

Coinbase Global Inc. es un buen ejemplo. Dado que la mayor parte de sus ingresos proviene de las comisiones que cobra a los usuarios por depositar y negociar fondos, la valoración de la bolsa de criptomonedas fluctúa en estrecha correlación con el precio del bitcoin. 

La propia empresa lo reconoció en una presentación ante la SEC: “Nuestros ingresos netos dependen sustancialmente de los precios de los criptoactivos y del volumen de transacciones realizadas en nuestra plataforma”. 

Esto quiere decir que, incluso sin poseer criptos, cualquiera puede invertir en su tendencia especulando con una acción como Coinbase. 

Otras acciones interesantes son las empresas que tienen criptos en cartera y, por tanto, si éstos suben aumentan su ganancias y al revés si bajan. Ejemplo de ello es Tesla, MicroStrategy Inc o Galaxy Digital Holdings Ltd. 

Existe un ETF, llamado Bitwise Crypto Industry Innovators (BITQ), que cuenta con Galaxy Digital, Coinbase y MicroStrategy como sus mayores participaciones. 

Incluso se puede invertir en empresas mineras de bitcoin, que en el caso estadounidense, se han visto beneficiadas por su huída de China tras la prohibición. Marathon Digital Holdings Inc. y Riot Blockchain Inc. son dos de las mayores firmas del sector. 

Recelos 

Hemos visto ejemplos claros de cómo el mercado tradicional se ha adaptado al nuevo activo. Sin embargo, fuera de los mercados financieros, y más allá de las preocupaciones regulatorias por los fraudes y la alta volatilidad, existe un temor hacia su éxito. 

La semana pasada la excandidata presidencial Hillary Clinton dijo textualmente: 

“Un área más a la que espero que los estados-nación comiencen a prestar mayor atención es el auge de las criptomonedas. Lo que parece un esfuerzo muy interesante y algo exótico para literalmente minar nuevas monedas para comerciar con ellas tiene el potencial de socavar las monedas. De socavar el papel del dólar como moneda de reserva, de desestabilizar naciones, quizás empezando por las pequeñas pero luego a otras mucho más grandes“. 

Con un intervalo de pocas horas, el gobernador de Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, quien deja el cargo a finales de este año hizo las siguientes declaraciones: 

“El hecho de que algo tenga capacidad de medio de pago y alguien más lo pueda recibir, no implica que ese medio de pago se convierta en buen dinero, ya que lo que hace al dinero es que su valor sea estable en el tiempo, que sea ampliamente aceptado como medio de pago y si todos los precios de la economía están referidos al dinero”.

Y añadió: 

”Al final del día lo que está atrás de estas criptosoluciones de criptoactivos es el objetivo de tener rentabilidad. Por eso son las instituciones del Estado las que están mejor equipadas para emitir dinero para una sociedad”.

“¿Cuál es el límite a ese dinero inmaterial? Eso va directo a la razón de ser de los bancos centrales y a la razón de ser de la autonomía: a que quien lo emita no abuse. ¿Qué significa abusar? Utilizar la capacidad de generar o crear capacidad de pago de manera artificial en beneficio de a, b o c, con independencia de lo legítimo que pueda llegar a ser a, b o c”, sostuvo. 

”El dinero nos da la tranquilidad de que estamos pagando por las cosas, bienes y servicios, da la tranquilidad de que recibimos lo que valen y por lo que estamos dispuestos a intercambiar (…) Estoy convencido de que el mejor dinero en las sociedades modernas es el dinero fiduciario”. 

En resumen, el éxito de las criptos como activo financiero es evidente, hasta el punto de que la industria tradicional y, poco a poco, reguladores y supervisores lo van aceptando. Pero hay auténtico miedo por parte de cierta clase política, y de los bancos centrales en general, a que pueda sustituir al dinero tradicional, que era el propósito del creador, o creadores, del bitcoin. 

Si las críticas son objetivas o interesadas no quita para que puedan tener o no razón. No es este el lugar para debatir sobre el concepto de dinero y de si es mejor el creado por un banco central o por un algoritmo descentralizado, la cuestión es si ese miedo puede provocar acciones que dañen al futuro de este activo financiero, que a día de hoy es un éxito.