Banca March ha llevado a cabo algunos cambios tácticos en sus carteras en plena vorágine del mercado. Los más destacados, que se ha desprendido de la deuda china y, por el contrario, llevará parte de ese dinero a acciones de entidades financieras ante una subida de tipos.

El equipo de Estrategia de Mercados de March estima que, en el segundo trimestre, la economía ha dejado atrás la fase más fuerte de la recuperación, para entrar en un periodo de ciclo menos expansivo. Según sus previsiones, la economía mundial crecerá un 5,6% este año y un 4,6% en 2022. “Un ritmo menor pero sólido y por encima del promedio histórico (2,9% desde 1980)”, han destacado. El mundo, de la mano de Estados Unidos, ya ha regresado a niveles de PIB previos a la crisis y se espera que la eurozona alcance este hito a partir de diciembre.

Respecto a la inflación, la entidad enfatiza que no debe confundirse “transitorio” con “breve”. En su opinión, no será hasta la segunda parte de 2022 cuando los precios vuelvan a situarse dentro del rango de confort de los bancos centrales.

En el caso de España, el PIB crecerá este año un 5,5%, recuperando los niveles previos a la crisis a mediados de 2022, impulsado por la paulatina mejora del sector turístico y la llegada de los fondos europeos. Sin embargo, a diferencia de la eurozona y de la economía global, se espera un crecimiento más acelerado en 2022 que en 2021, del 6,4% según sus expertos.

Cómo invertir

En este contexto, la renta variable seguirá siendo el mercado con mayor atractivo, impulsado por la mejora de los resultados empresariales que ya superan los niveles pre-Covid en un 12%. En March consideran que seguirá siendo clave adecuar la exposición sectorial a la fase de ciclo.

Así, frente al fuerte impulso que los sectores más cíclicos demostraron en la primera parte del año, ahora prefieren aquellos que se verán favorecidos por el progresivo ascenso de los tipos de interés a largo plazo, como las financieras. También recomiendan tener un posicionamiento sectorial más equilibrado, sobreponderando salud frente a las empresas de consumo discrecional e invertir en compañías con capacidad de fijar precios ante las subidas de los precios de las materias primas.

Finalmente, sectores favorecidos por la transición energética, la transformación tecnológica y la digitalización seguirán siendo beneficiados por los mercados. En este sentido, “será necesario ser más selectivo evitando las compañías más grandes y amenazadas por potenciales cambios regulatorios y fiscales”.

En el ámbito de la renta fija, mantienen la preferencia por el crédito frente a la deuda soberana y recomiendan tener duraciones muy reducidas ya que esperan que, en los próximos meses, los tipos a largo plazo se sitúen en niveles superiores (1,8% para el bono norteamericano y 0% en el caso del bono soberano alemán). Respecto a la renta fija de países emergentes, March ha vendido la exposición a deuda soberana china denominada en renminbis. Tras su fuerte apreciación, y ante un posible giro más expansivo de las autoridades del país asiático, han decidido tomar beneficios.

En contraste con la deuda cotizada, la deuda privada es uno de sus activos favoritos ya que permite capturar la prima de iliquidez, que históricamente ha sufrido menores impagos en momentos de estrés y, además, presenta mejores tasas de recuperación. 

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