Wall Street afrontaba la última sesión de la semana y del cuarto mes del año con tono de cautela. La debilidad demostrada por algunas referencias macroeconómicas, especialmente en China, devolvían los miedos a una recuperación demasiado frágil pese al buen tono de una temporada de cuentas trimestrales que toca a su fin. Los índices neoyorquinos sufrían mal de altura y, aunque no por mucho, se apeaban de sus recientes máximos históricos.

Los inversores acogían con especial pesimismo los retrocesos de los índices PMI de China. Aunque en terreno expansivo, tanto el manufacturero (51,1 puntos) como el de servicios (54,9 puntos) se quedaban por debajo de las estimaciones de consenso y de sus registros de marzo. Y la historia se repetía en otras economías donde estos indicadores veían la luz.

La retirada de los inversores era, sin embargo, una anécdota al cierre de un mes de abril alcista. El industrial Dow Jones caía un 0,54% hasta los 33.874,85 puntos, lo que suponía alzas mensuales del 3,3%. Un 0,72% se dejaba el S&P 500, que se descolgaba a los 4.181,17 puntos pero sumaba un 6% en el mes. Un 0,85% perdía el Nasdaq, que en el primer trimestre fue el mercado líder en estrenos de nuevas cotizadas. A pesar de su retroceso hasta los 13.962,68 puntos conseguía acumular avances del 4% en abril.

El golpe de la macro

Por si el impacto que desde primera hora vaticinaban los datos procedentes de Asia se quedaba corto, la entrada en recesión técnica por segunda vez en menos de un año de la Eurozona también invitaba a los inversores a asegurar ganancias. El PIB de la región comunitaria se contraía un 0,6% en el primer trimestre.

Después, en EEUU llegaba el momento de conocer los datos de ingresos y gastos personales de marzo. Mientras que los primeros crecían un abultado 21,1%, los segundos solo engordaban un 4,2%. Una brecha que hablaba de que los ciudadanos de la primera economía del mundo siguen ahorrando ante lo que pueda estar por venir.

Foco tecnológico

Mientras tanto, en la temporada de resultados corporativos que se asoma a su fin este trimestre, Amazon se convertía en el gran protagonista. El gigante del comercio electrónico terminaba la sesión un 0,11% abajo a pesar de haber publicado un beneficio neto de 8.107 millones de dólares, el triple que hace un año.

Sin salir del sector tecnológico, motivos bien distintos eran los que marcaban la cotización de Apple, un 1,5% abajo. La fabricante del iPhone afronta una acusación formal de la Comisión Europea por un uso monopolístico de su tienda virtual de aplicaciones. Una cuestión a la que ya se enfrenta en otras jurisdicciones.

Las cuentas del petróleo

De regreso a las cuentas corporativas, la petrolera Exxon Mobil perdía un 2,9% en bolsa después de haber publicado beneficios por 2.730 millones de dólares. Su vuelta a números negros tras las pérdidas de 610 millones de hace un año se antoja insuficiente para los inversores a pesar de un incremento de ingresos del 5,3%.

Su compañera de sector Chevron también desfilaba por la pasarela de resultados y con peores consecuencias, pues retrocedía un 3,6%. La respuesta del mercado a un beneficio de 1.377 millones de dólares -un 61,7% menos que hace un año- se traducía en descensos del 3% para su cotización. Y eso a consecuencia de una caída de márgenes en su negocio downstream.

Novedades a motor

Un 3% cedían al cierre de la última sesión de la semana las acciones de Goodyear tras conocerse que la fabricante de neumáticos regresó a beneficios por 12 millones de dólares. El año pasado, sufrió pérdidas por 619 millones en el mismo periodo.

Todavía en el sector automovilístico, noticias para animar a contracorriente, un 1,2% al alza, la cotización de General Motors. La compañía encaja así el anuncio de que invertirá más de 1.000 millones de dólares en sus instalaciones de la ciudad mexicana de Ramos Arizpe para inaugurar una nueva planta de pintura con tecnología puntera y adaptar sus instalaciones a los requerimientos del coche eléctrico.

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