CaixaBank ha diluido su participación en Telefónica, según ha podido confirmar Invertia con fuentes del mercado. En las últimas semanas se ha confirmado el movimiento después de que la entidad catalana haya cobrado en efectivo parte del dividendo que la operadora de telecomunicaciones entregó a sus accionistas el pasado mes de diciembre. 

En febrero del año pasado Telefónica anunció la política para 2020 manteniendo las mismas condiciones del año anterior: el pago de un dividendo de 0,40 euros por acción, pagadero en diciembre de 2020, (0,20 euros por acción), y en junio de 2021 (0,20 euros por acción).

La operadora ofreció pagar en efectivo pero también en acciones (scrip dividend).  De esta manera, en diciembre se pagó la primera parte del dividendo con 342 millones en efectivo (33%) y 197 millones en acciones (67%).

La operación de CaixaBank no ha sido notificada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) porque la dilución no ha llevado al banco por debajo del 3% de participación en la operadora, el umbral que el regulador establece para que se notifiquen y actualicen este tipo de movimientos.

De acuerdo con la última actualización remitida al supervisor, CaixaBank -el banco cotizado del grupo financiero- es titular de un 4,879% de Telefónica. Esta posición se declaró con fecha del pasado 14 de julio.

Dilución del BBVA

Las fuentes consultadas indican que esta dilución, que se hizo efectiva al no cobrar parte del dividendo en acciones tras la última ampliación liberada de capital, no es particularmente relevante y que no debería variar la composición de los principales accionistas de la operadora española.

De hecho, el banco ha manifestado en varias ocasiones su apuesta por mantenerse en el capital de Telefónica a largo plazo. Hay que recordar que si a la participación de CaixaBank se suma la de CriteriaCaixa (1,27%), la entidad catalana se mantiene como el primer inversor de Telefónica, incluso tras la dilución.

En esta composición le sigue BlackRock con un 4,983% del capital y BBVA que pasó a ocupar la tercera posición entre los accionistas relevantes de Telefónica tras comunicar el pasado mes de febrero que, reducía su participación desde el 6,96% hasta el 4,84% del capital.

La dilución fue significativa porque BBVA no había recortado su inversión en Telefónica en más de una década. En este sentido, la entidad financiera habría elegido el cobro en efectivo en lugar de asumir nuevas acciones de la compañía.

De vuelta al caso de CaixaBank, en sus cuentas de 2020 el banco reflejó el impacto del mal año en bolsa de Telefónica, la única participación industrial que le queda tras la salida de Repsol en septiembre de 2018.

Impacto en sus cuentas

La caída en el precio de las acciones fue del 44,5% el año pasado y eso provocó una reducción del valor patrimonial de CaixaBank de 774 millones de euros, según la memoria anual publicada por el banco. Al cierre del pasado ejercicio el banco declaró una participación en la operadora del 4,87%.

En un año y, como consecuencia del descenso bursátil, el valor de este paquete de acciones cayó a la mitad, de 1.617 millones a 843 millones. Por el contrario, esta inversión en Telefónica dejó un impacto positivo de 100 millones, vía cobro de dividendos.

Por otro lado, en los últimos meses CriteriaCaixa ha estado comprando acciones de Telefónica en pequeños paquetes, demostrando su confianza en la operadora de telecomunicaciones que sigue estancada en los cuatro euros por acción.

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