Los índices europeos firman otra sesión de vaivenes que terminaba sin rumbo uniforme. Los avances en la vacunación y la promesa de estímulos chocaban con la fragilidad de algunos datos macroeconómicos. El Ibex 35 cerraba con caídas del 0,27% en los 8.355,8 puntos. El asalto a los 8.400 enteros que por momentos prometía máximos del último año se volvía a escapar en la recta final de la sesión.

Uno de los datos que pesaba en la gráfica del índice español era el del paro defebrero, especialmente en el sector financiero por el fantasma de una eventual morosidad al alza en los próximos meses. En el segundo mes del año, 44.436 personas entraron en situación de desempleo, lo que suponía el peor dato para este periodo desde el año 2013.

Al frente de los descensos se colocaban varios de los valores más pujantes de la sesión de ayer. Sin embargo, la palma se la llevaban las compañías de renovables: Solaria (-4,5%) y Siemens Gamesa (-2,4%) las que más. Solo superaba su retroceso la framacéutica PharmaMar, un 5% abajo.

Banco Sabadell cedía un 1,6%, mientras que BBVA y Banco Santander perdían casi empatados un 1% y un 0,9% respectivamente. Los descensos se apoderaban también en la recta final de la sesión de algunos valores energéticos que poco antes aupaban al índice español. Estos eran los casos de Enagás (-1,2%), Red Eléctrica (-1%) y Naturgy (-0,7%) entre otros.

Más allá del índice español de referencia, un más profundo 3% se dejaba Rovi. La farmacéutica madrileña encargada del acabado en Europa de las vacunas de Moderna sufría después de haber informado de ciertos contratiempos en el estudio de un fármaco contra la esquizofrenia. 

Las que resistían en verde eran CaixaBank, ArcelorMittal y Bankia, que a contracorriente empataban un 2,8% al alza. Después, Meliá Hotels sumaba un 1,6% en su gráfica y los avances llegaban también a Inditex, que cotizaba con subidas del 1,2% varias mejoras de consejo inversor.

Por el mercado secundario de deuda, los bonos españoles a diez años seguían distanciándose de sus recientes máximos de ocho meses. Un 0,32% marcaban los papeles en una sesión en la que se exigían tipos más altos al Tesoro para colocar letras. La prima de riesgo se quedaba en los 68 puntos básicos.