Wall Street ha cerrado su tercera sesión consecutiva al alza. Una hazaña que sus índices eran incapaces de conseguir desde principios de febrero. Ni las advertencias del presidente de la Reserva Federal (Fed) ni el vertiginoso aumento de paro por la llegada del coronavirus a territorio estadounidense frenan la euforia.

A pesar de que los futuros de Wall Street venían apuntando a la baja, la confirmación del PIB del cuarto trimestre y un déficit comercial más estrecho de lo esperado han  dado argumentos a los inversores para aguantar del lado de las compras. Y eso que las ayudas de paro semanal han alcanzado una insólita cifra de 3,28 millones de solicitantes.

Los tres grandes índices neoyorquinos se han anotado avances. El Dow Jones alcanza los 22.552 puntos con una subida del 6,3%. El tecnológico Nasdaq recupera los 7.797 puntos tras subir un 5,6%. El agregado S&P 500, por su parte, logra echar el lazo a los 2.615 enteros con un rebote del 5,66%.

A pesar de estos avances, la economía estadounidense comienza a enfermar de coronavirus. El cierre de tiendas y establecimientos en los estados más poblados de EEUU habían llevado a los economistas a prever una subida de 'solo' 1,65 millones de nuevas peticiones de ayuda al paro en la última semana. Con esa cifra ya se hubieran batido todos los récord, pero la definitiva ha sido de casi el doble.

Por si fuera poco, el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha asegurado en una entrevista para la 'NBC' que la economía nacional "ya podría estar en recesión". No obstante, no es una voz de alarma como en otras ocasiones, sino una análisis de las medidas de cierre de comercio e industria que ya se están tomando en muchas partes del país.

Esta vez hay diferencias

En este sentido, el mandatario responsable de un insólito plan de estímulos sin límite de volúmenes ni calendario ha subrayado que la diferencia con otras contracciones que ha atravesado EEUU está en que esta vez "no hay nada fundamentalmente erróneo" en su funcionamiento.

Las notas positivas, que sostienen este relato de Powell, proceden de la revisión del PIB del cuarto trimestre de 2019, que confirma el 2,1% de la anterior medición. sin embargo, se han mejorado los datos de ventas y precios de bienes y servicios, lo que da síntomas de una salud más sólida de lo que se había estimado para la economía estadounidense.

Además, la balanza comercial de febrero, mes en el que la economía global comenzó a dar los primeros síntomas de afectación por la epidemia, ha sido más amable de lo previsto. El déficit comercial de EEUU se queda en 59.890 millones de dólares, según los datos facilitados por la administración.

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