Wall Street ha sido incapaz de mantener el pulso alcista con el que arrancaba la sesión de este martes. El Dow Jones, que iniciaba la jornada en positivo y recuperaba los 26.000 puntos, se ha dejado un 0,47%, hasta los 25.777,9 puntos. Un 0,32% ha bajado el S&P 500, hasta los 2.869,2 puntos, en tanto que el tecnológico Nasdaq Composite ha caído un 0,34% hasta los 7.827 enteros. Y la causa del giro al rojo ha vuelto a ser una nueva inversión de la curva de tipos en la deuda soberana.

Mientras que los bonos estadounidenses a diez años han llegado a marcar una rentabilidad del 1,493%, su mínimo desde julio del año 2016, los de vencimiento a dos años han marcado un 1,533%. Una vez más, la fatídica señal de recesión a la vista el mismo día que Alemania ha confirmado que ya pasea al filo de este precipicio. Por si fuera poco, los bonos a 30 años han marcado mínimos históricos de rentabilidad en el 1,975%.

Este es el panorama que ha traído de vuelta las dudas a la renta variable estadounidense a pesar de que ha encontrado este martes un impulso para su senda alcista en Noruega. El banco central del país ha recomendado al fondo estatal de pensiones, que es el mayor fondo soberano del mundo, que refuerce sus posiciones en cotizadas norteamericanas y afloje su peso en compañías europeas. Así consta en la carta que la institución ha remitido al órgano correspondiente del Ministerio de Finanzas, responsable último de la distribución de activos del vehículo inversor.

Además, Goldman Sachs ha publicado un informe en el que asegura que se acerca el momento de lanzarse a la caza de gangas en Wall Street. En el ámbito macroeconómico, las ventas minoristas semanales han mejorado su anterior registro hasta marcar un avance interanual del 5,7%, mientras que los precios a la vivienda de junio han marcado una subida del 0,2% en línea con las previsiones.

La tecnológica Apple repite en el candelero al conocerse que ha comenzado a distribuir una nueva versión de su sistema operativo móvil iOS 12, que soluciona una vulnerabilidad que permitía ejecutar código malicioso y hacerse con permisos del dispositivo. Las acciones de la de Cupertino han cerrado con una caída del 1,13%.

Sin embargo, el foco se posa sobre Johnson & Johnson, cuya división farmacéutica Janssen ha sido condenada en Oklahoma a pagar 572,1 millones de dólares por su papel en la crisis sanitaria de la adicción consumo de opiáceos. El grupo multinacional ha adelantado que apelará la sentencia, pero los inversores han reaccionado con un impulso del 1,44% a contracorriente para sus acciones.

RELEVO Y FUSIÓN A LA VISTA

La cadena de pizzerías Papa John’s es noticia porque ha anunciado la designación inmediata de Rob Lynch como nuevo presidente y director general. El hasta ahora presidente de la firma de restauración Arby’s toma el relevo de Steve Ritchie, que ocupaba el cargo desde diciembre de 2017. El cambio de mando junto con la confirmación de las estimaciones de un beneficio por acción de entre 1 y 2 dólares para este año se han traducido en alzas del 9,54% en Wall Street.

Un panorama más duro es el que dejan las cifras que ha publicado JM Smucker. La compañía de alimentación se ha quedado por debajo de las estimaciones del mercado con las cuentas de su primer trimestre fiscal. Los inversores se apresuran en vender acciones de la compañía, que han sufrido un descenso del 8,12% después de haber anunciado ganancias ajustadas de 1,58 dólares por título en lugar de cumplir con los 1,74 dólares que aguardaba el consenso de analistas.

En el terreno de las operaciones corporativas, la tabacalera Philip Morris ha reconocido que está en conversaciones para su fusión con Altria en una operación de igual a igual. Los inversores han acogido la noticia con un recorte de precios del 7,76% en la primera y del 3,99% en la segunda, si bien a primera hora llegaba a marcar alzas superiores al 10%.