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Mercados

Alejados de la realidad: los inversores aspiran a una rentabilidad del 13% sin asumir riesgo

  • Una encuesta de Natixis evidencia la brecha entre los objetivos de rentabilidad y la realidad del mercado
  • Los españoles son los más exigentes de Europa con sus expectativas para el largo plazo
23 julio, 2019 06:00

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Desconexión. Es la palabra que define a la perfección la relación entre los inversores españoles con sus expectativas de rentabilidad a largo plazo. Bien porque pecan de optimistas, bien porque exigen demasiado a sus gestores y asesores, el sueño de ganar a doble dígito a base de apuestas de bajo riesgo se impone en el mercado. Pura utopía. 

“Los inversores no parecen comprender que buscar rentabilidades así supone invertir en la parte alta del espectro de riesgos”, explica Sophie del Campo, directora general de Natixis Investment Managers (Natixis IM) para Iberia

La firma acaba de publicar su Encuesta de Inversores Particulares que realiza cada año entre más de 9.100 inversores, 400 de ellos españoles. Y entre todas las conclusiones del estudio destaca que los inversores globales esperan conseguir rentabilidades anuales (por encima de la inflación) del 11,7% a largo plazo, frente al 10,4% que aspiraban alcanzar en la encuesta de 2018. La cifra supera ampliamente el 5,5% que los gestores y asesores consultados para el estudio (2.775) creen que se podrá alcanzar. 

El problema es que nueve de cada diez considera que en momentos de mayor volatilidad como los de los últimos meses, es importante proteger los activos. Es decir, esperan más rentabilidad asumiendo menos riesgo. 

En esta foto mundial, los españoles destacan como los más ‘optimistas’ o ambiciosos. En concreto, aspiran a alcanzar una rentabilidad del 13% anual a largo plazo, frente al 4% que para ellos estiman los asesores financieros. Entre expectativa y realidad, esta es la mayor brecha de todos los países analizados, solo seguidos por el 10,8% que esperan ganar los inversores de Reino Unido, frente al 4,3% que anticipan los profesionales del sector.  

Lo curioso es que no solo sucede en las expectativas a largo plazo. Para este año, marcado por el regreso de la volatilidad, los inversores esperan, de media, una rentabilidad del 10,7% para sus carteras. En este caso, los españoles repiten subiendo la ‘media del optimismo’ al considerar que ganarán un 11,5%. La cifra está por encima del 9,4% que esperan ganar los británicos, el 8,5% de los franceses, el 8,5% de los alemanes y el 10% de los estadounidenses. 

NOS FALLA LA MEMORIA

“La historia demuestra que los inversores pueden tener una memoria muy corta cuando se trata del riesgo y de la volatilidad”, advierten desde Natixis. Y es que, según apuntan los analistas, factores como la guerra comercial entre EEUU y China, el giro ‘dovish’ de las políticas monetarias o el temor a la desaceleración global han creado un entorno en el que las previsiones más entusiastas pueden recibir un buen jarro de agua fría este año. Casi helada. 

En este escenario, otro de los datos más preocupantes del sondeo es que muchos inversores ni siquiera tienen clara la composición de su cartera. Un 15%, de hecho, respondió “no lo sé” a la pregunta de si contaba con activos distintos a las acciones o los bonos. “Esta desconexión subraya la importancia de que los inversores trabajen con sus asesores para entender la realidad del riesgo y la volatilidad”, indican desde Natixis IM. 

Sobre todo porque, en ese largo plazo, los expertos están apuntando entre líneas a las expectativas de ahorro de cara a la jubilación. En este apartado, los datos de otros estudios evidencian que, de nuevo, la brecha entre expectativas y realidad es demasiado amplia. Un reciente informe de Aegon indica que el 67% de los españoles (frente al 49% global) considera que las futuras generaciones de jubilados serán peores que las actuales. Sin embargo, solo el 27% asegura ahorrar para completar la pensión pública.