Grifols amanece como el único valor del Ibex 35 en verde en medio del contagio a las Bolsas europeas del desplome sufrido ayer por Wall Street. Tras el golpe asestado en los últimos días por los analistas de UBS y Deutsche Bank, que rebajaron drásticamente su valoración, hoy los expertos de Berenberg salen 'al rescate' de la compañía de hemoderivados y elevan su recomendación desde 'mantener' hasta 'comprar'. Gracias a este apoyo, los títulos de la farmacéutica recuperan el nivel de los 22 euros en los primeros compases de la negociación.

Por su parte, el valor más castigado del selectivo de referencia de la bolsa española es Aena, que continúa su descalabro tras decepcionar ayer con las previsiones de resultados recogidas en su plan estratégico hasta 2021. El gestor de aeropuertos se hundió ayer cerca de un 5% y tras el toque de campana de este jueves retrocede un 3% adicional.

La nueva 'hoja de ruta' de la compañía contempla una ralentización del tráfico aéreo en su red de aeropuertos para el próximo año, lo que a su vez lastrará el crecimiento de su beneficio. Las cifras de resultados estimadas por Aena se quedan además por debajo de los pronósticos del mercado, lo que explica el fuerte desplome que están experimentando sus acciones.

Además, entre los valores más bajistas en la apertura de la sesión destaca también Repsol, pues el derrumbe de los mercados bursátiles viene también acompañado por una corrección en las materias primas. Así, el barril de Brent, referencia del petróleo en Europa, se deja esta mañana cerca de un punto porcentual y pone en riesgo el umbral de los 82 dólares, lejos de los 86 dólares alcanzados recientemente. La caída del precio del combustible arrastra a la compañía que preside Antonio Brufau, que cede un 2,3%.

Por su parte, fuera del Ibex 35 las miradas se dirigen a OHL, después de que el grupo constructor anunciara ayer OHL su salida definitiva del complejo turístico de lujo 'Mayakobá' que promueve en la Rivera Maya de México desde 2005. En concreto, la firma ha vendido a un vehículo de inversión los activos que le quedaban en el proyecto por un importe de 96,9 millones de euros, pero la operación arroja pérdida de 35,8 millones de euros, lo que ha motivado que las acciones registran un castigo superior al 3,5%. La venta se enmarca en las desinversiones que la compañía participada por el Grupo Villar Mir lleva acometiendo desde 2016 para recortar deuda y recuperar la senda de las ganancias.