Y cuando parece que no puede caer más, sigue cayendo. El peso argentino ha prolongado en septiembre su fuerte descenso. Tras depreciarse cerca de un 3% en la jornada del viernes y caer hasta los 41,3 pesos por dólar, ha acumulado otro descenso del 10% contra el 'billete verde' en el conjunto del mes. Y eso que venía de perder un 25% su valor en agosto.

Tras estos castigos, en el conjunto del año se deprecia un 55%. A finales de 2017, un dólar compraba 18,5 pesos; ahora, más de 41. Contra al euro, el descenso anual es del 53%, hasta los 47,9 pesos.

Las últimas caídas se han producido pese a que Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han revisado esta misma semana su acuerdo para reforzarlo de los 50.000 millones de dólares iniciales a los 57.000 millones. Y pese a que el banco central argentino ha empezado a aplicar ya varias de las medidas pactadas con el FMI para controlar una inflación que se acerca ya al 25%, cuando el objetivo era frenarla hasta el 15% en 2018. Con el añadido de que el descenso acumulado en septiembre se produce además después de que el banco central despidiera agosto elevando los tipos de interés al 60%.

Viene siendo así desde que el Gobierno de Mauricio Macri pidió el rescate, sin que ninguna de las medidas ni acuerdos anunciados hayan sido capaces de detener las caídas del peso. Cuando Argentina pidió el rescate al FMI en mayo, el peso se cambiaba a 22 unidades por dólar.