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Mercados

Las advertencias de la SEC secan el mercado de futuros del bitcóin

El calentón del bitcóin ha recibido varios jarros de agua fría en las últimas semanas. Y el incipiente mercado de futuros sobre la criptodivisa se ha resentido con virulencia.

14 septiembre, 2018 04:00

El frenazo que la Comisión de Valores y Bolsa de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) ha dado a nada menos que nueve fondos cotizados (ETF) sobre el bitcóin no solo ha impactado en la cotización de la criptomoneda más popular de todas. También, y sobre todo, en la negociación de sus futuros.

Las advertencias del supervisor estadounidense para vetar la puesta en marcha de estos ETF han sido muchas, pero varias de ellas han apuntado a una misma causa: la falta de profundidad del mercado de futuros en los que se basaban la mayoría de ellos. Una escasa liquidez que, según la SEC, facilita la manipulación de este mercado y multiplica el riesgo para los inversores. En especial, para los minoristas, que de haberse aprobado estos fondos cotizados tendrían acceso directo a la compraventa de sus participaciones con la misma simplicidad aparente que al comprar o vender una acción.

El resultado de esta voz de alarma ha sido la drástica reducción de las posiciones abiertas en el mercado de futuros del bitcóin que el supervisor ya calificaba de ilíquido. Los registros de la Chicago Mercantil Exchange (CME) muestran que actualmente hay menos de 2.650 contratos a futuro vivos sobre la criptomoneda. Se trata del volumen más bajo de los últimos dos meses incluso ahora que la negociación directa sobre la divisa digital comenzaba a recuperarse tímidamente tras los desplomes de finales julio y comienzos de agosto.

Para encontrar una posición abierta tan raquítica, hay que retroceder hasta el pasado 12 de julio, cuando el bitcóin comenzaba una remontada que le llevó fugazmente a recuperar los 8.000 dólares por unidad. No solo eso, sino que hace más de un mes que no se alcanzan 7.000 operaciones en una sesión, según datos oficiales de CME.

La diferencia es aún más patente si se toman en cuenta los saldos medios de negociación diaria. A comienzos de agosto, antes de que la `CNMV estadounidense¿ diese el portazo a los ETF solo un día antes de que venciera el plazo para su pronunicamiento, la media de los últimos seis meses alcanzaba los 7.687 contratos al día. La posición abierta superaba los 3.000 contratos. Un mes después, la negociación diaria se ha hundido hasta las 4.628 transacciones y la posición abierta cae hasta una media de 2.707 contratos.

CAMBIO DE GUION EN GOLDMAN Y ÉXITO PARA LOS CORTOS

El retroceso es especialmente sensible si se tiene en cuenta que CME es la plataforma líder en la negociación de estos futuros y que solo cuenta con la competencia de la también chicagüense Cboe. Aunque esta última lanzó su plataforma de derivados del bitcóin el pasado diciembre, un mes antes que su rival, la mayor tradición en productos vinculados a divisas de la primera terminó llevándose el gato al agua. En el mes de agosto, CME negoció de media contratos equivalentes a 30.000 bitcóines, mientras que Cboe se quedó en solo 5.000 monedas virtuales.

El analista Aitor Méndez, de IG, apunta otro factor más en la desecación del mercado de futuros del bitcóin: Goldman Sachs. El gigante de Wall Street podría estar a punto de guardar en el cajón los planes para incluir operativas en esta y otras criptomonedas en su catálogo de servicios. Esta iniciativa que había caldeado con fuerza la cotización del bitcóin en el momento de su anuncio y ahora podría quedarse en nada a consecuencia, precisamente, de la incertidumbre regulatoria que pesa sobre el sector.

Algunos inversores habituales en criptomonedas han apuntado a otro factor más para llover sobre mojado en el mercado de derivados de Chicago. El desplome acumulado por el bitcóin habría echo saltar muchas apuestas bajistas sobre su cotización, cuya formulación es posible gracias a la existencia de estos futuros. La caída de la moneda digital por debajo de los 6.200 dólares no habría hecho más que frenar el apetito del mercado por contratar sus futuros ante la pérdida de atractivo de esta estrategia especulativa.