La Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, telegrafió sus intenciones en junio. Al término de la reunión de política monetaria en la que acababa de acordar una nueva subida de los tipos de interés, la segunda de 2018, difundió el documento en el que dejaba claro que su hoja de ruta recogía dos repuntes adicionales en la segunda mitad del año. En total, por tanto, cuatro aumentos en 2018, por encima de los tres previstos inicialmente y una secuencia que no se veía desde 2006.

A partir de ese momento, la entidad, con su presidente, Jerome Powell, al frente, sólo se ha dedicado a ratificar esas intenciones. La última vez fue el pasado viernes, durante su intervención en el simposio de Jackson Hole, en la que blindó la subida ¿gradual¿ de los intereses frente a las presiones que está recibiendo del presidente estadounidense, Donald Trump, contrario a que la Fed continúe elevando los tipos.

El siguiente repunte llegará en la cita monetaria de finales de septiembre y el cuarto de 2018, en diciembre. Con estos dos pasos, el precio del dinero despedirá el año en el 2,25-2,5%.

PENSANDO YA EN 2019

El camino está tan marcado, que las miradas del mercado se dirigen ya hacia 2019. Y para el próximo año el panorama se presenta más abierto. Por ahora, esa misma hoja de ruta que la Fed difundió en junio recoge tres repuntes adicionales durante el próximo ejercicio, que acabaría así con los tipos en el 3-3,25%.

Los analistas, sin embargo, no lo tienen tan claro. Según los datos que recopila Thomson Reuters, siete de cada diez anticipan que no será así. Unos, porque creen que Powell tendrá que pisar el freno y elevarlos dos veces, una... o ninguna. Y otros, porque pronostican que, como en 2018, tendrá que acelerar el ritmo de las subidas e igualar las cuatro de este año.

Abundan más los primeros, eso sí. Son 38 de los 70 de los que Thomson Reuters tiene ya un pronóstico. Es decir, el 54%. Por el contrario, los que opinan que la entidad elevará de nuevo los intereses en cuatro ocasiones en 2019, para situarlos en el 3,25-3,50% a final de año, son el 18,6% -13 de 70-. Entre los segundos, eso sí, nombres de enjundia en el mercado, como Goldman Sachs, JPMorgan, Barclays o Deutsche Bank.  

Este abanico de opiniones marcará la relevancia de la próxima reunión de política monetaria de la institución, la de los días 25 y 26 de septiembre. Más allá de que en ella se espera el tercer incremento de los intereses del año, lo relevante serán las nuevas previsiones que ofrecerá la entidad. En junio, sólo cuatro de los 15 miembros de la Fed situaban los tipos por encima del 3-3,25% a finales de 2019. Si este grupo gana adeptos, las previsiones del mercado volverán a alterarse. Y los propios mercados también.