El dinero más conservador sigue sufriendo. Se encuentra, de hecho, en su momento más difícil, porque se enfrenta a tres enemigos a la vez que le complican todavía más el escenario.

El primero, los tipos de interés oficiales, que siguen en el 0% en la Eurozona y que mantienen anclado así el rendimiento de los depósitos a ese nivel, puesto que apenas rentan un 0,1% de media a 12 meses. El segundo, el retorno de la inflación, situada de nuevo más allá del 2% y que conduce a que los productos de ahorro e inversión más conservadores no rindan lo suficiente como para cubrir el encarecimiento del coste de la vida. Y el tercero, el inicio de la retirada de los estímulos, que desencadena ventas de deuda a corto y largo plazo en el mercado que provocan que otros productos aparentemente conservadores y, por tanto, en los que no se espera perder dinero, estén perdiendo dinero.

Pero justo eso es lo que está ocurriendo en los fondos de inversión monetarios -renta fija a corto plazo-, renta fija y renta fija mixta. Según los datos de la patronal de inversión colectiva Inverco, el 90% de los productos que se encuadran en estas categorías pierden dinero en los seis primeros meses de 2018. Por categorías, de media los monetarios bajan un 0,3%; los de renta fija a corto plazo, un 0,8%; los de renta fija a largo plazo, un 0,9%; los de renta fija mixta euro, un 1,4%; los de renta fija internacional, otro 1,2%; y los de renta fija mixta internacional, un 1,3%.

Estos resultados resultan decepcionantes para unos partícipes que, en no pocos casos, saltan a estos fondos por el consejo de no seguir invirtiendo en depósitos -que no rentan nada- y por la falta de arrojo para asumir más riesgos con fondos mixtos de renta variable o fondos de renta variable, directamente. Es decir, llegando a esas categorías de fondos no se espera ganar mucho -no se asume el riesgo-, pero tampoco perder -precisamente porque no asume más riesgo-. Pero lo están haciendo, y está pasando porque la caída del precio de los títulos que forman parte de las carteras supera el interés que se está cobrando con esos títulos. 

LAS EXCEPCIONES

Dentro de esta pérdida generalizada, hay excepciones. Ninguna, eso sí, está entre los monetarios, puesto que ninguno de los productos de los que Inverco recaba datos está en positivo.

Dentro de la categoría de renta fija euro a corto plazo sí hay cuatro en positivo, ¡de 159!, aunque tres de ellos no llegan ni a una subida del 0,1%. La excepción es el Santander Inversión Corto Plazo 13, que en la primera mitad del año ha sumado un 1,2%.

La categoría de renta fija euro a largo plazo sale mejor parada, con 29 de los 157 fondos en positivo en 2018. El más destacados es CaixaBank DP Inflación 2024, con un rendimiento superior al 2%.

El segmento que mejor lo está haciendo es el de la renta fija internacional, con 26 de los 86 productos en verde. Sobresale el Bankia Dólar Clase Cartera, con una rentabilidad próxima al 7% beneficiado por la apreciación del 'billete verde' en 2018. Lo mismo ocurre con el CaixaBank Renta Fija Dólar Cartera, el Santander Corto Plazo Dólar Cartera, el Bankia Dólar Clase Internacional, el Mutuafondo Dólar, el CaixaBank Renta Fija Dólar Estándar, el Ibercaja Dólar Clase B y el Eurovalor Ahorro Dólar, todos ellos con rentabilidades de entre el 3& y el 3,5% en la primera mitad del año. 

En los mixtos los datos tampoco son mejores. En los mixtos de renta fija euro, sólo ganan dinero en 2018 cuatro de los 92 productos. El más destacado es Euroagentes Renta, con un rendimiento del 1% en 2018.

Y en los de renta fija mixta internacional sólo hay un fondo en positivo... de 107. Y por las justas. El único producto en positivo es el InverSabadell 25 Cartera, que suma un 0,04%.