Contrariamente a lo que se pueda pensar, los impuestos no centran el grueso de las quejas de los ciudadanos. Las protestas se dirigen a cuestiones de procedimiento. Es decir, los trámites vinculados con la expedición del DNI o el pasaporte y con las multas. También los asuntos vinculados a temas tan sensibles como la educación o la sanidad.

¿La Administración es exigente en los procedimientos y sofisticada en el lenguaje¿, aseguró este jueves el  Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, en el acto de presentación del libro 'El fraude fiscal en España', publicado por la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf) y coordinado  por Enrique Giménez-Reyna y Salvador Ruiz Gallud.

En general, los contribuyentes tienen un comportamiento sano, expusieron, aunque el fraude fiscal está presente entre la sociedad española. Aun así, esta oficina recibe unas 1.500 quejas de los ciudadanos sobre temas fiscales.

A la hora de especificar cuál es el impuesto que más les incomoda, los contribuyentes se quejan especialmente del IRPF, de términos polémicos fiscalmente como los relacionados con las parejas de hecho o la vivienda habitual. También del amplio abanico de leyes y del esfuerzo excesivo, pero¿no están en contra de los gravámenes¿, destacaron los ponentes. Pero los españoles sí desaprueban el coste de esta imposición, ya que consideran que ¿es superior al que debería ser¿.

Después del IRPF, el descontento es con el IBI, con el Catastro y con las ganancias patrimoniales. Estos tributos, según los contribuyentes, tienen un carácter confiscatorio.

Los ciudadanos también muestran su disgusto con la calidad jurídica y el exceso de información tributaria. A juicio de Fernández Marugán, ¿el Gobierno y el Parlamento deberían tener cierto sosiego en materia tributaria¿, ya que los comportamientos son normales, no hay rebelión tributaria y se cumple en general con los deberes fiscales.

No obstante, el Defensor del Pueblo considera que quienes realmente pagan son los asalariados y las clases medias, es decir, la carga recae sobre el que tiene nómina. ¿Está mal repartida¿, aseguró. Hay un tipo de contribuyentes cuyas prácticas habituales rozan la elusión fiscal.

Además, una crisis tan dura como la sufrida, tan perversa, ha dejado un poso de arbitrariedad en la sociedad, "y como consecuencia un malestar frecuente y se nota¿, añadió Fernández Marugán. La sociedad está más crispada que antes, razón por la que, en su opinión, ¿hay que mejorar los mecanismos de equidad tributaria¿.

DEFRAUDADORES POTENCIALES

Las críticas a la Administración se oyeron también en dicho evento por boca de Enrique Giménez-Reyna, coordinador del libro. Desde su punto de vista,¿la Administración ve al contribuyente como un defraudador potencial, pero debería verle como alguien que actúa de buena fe mientras no se demuestre lo contrario¿. Giménez-Reyna e Ignacio Arráez, promotor y coordinador del trabajo (Aedaf), coincidieron en mostrar su perplejidad ante el hecho de que la Administración exhiba como éxito el aumento de los resultados en su lucha contra el fraude.

La prevención y no su represión fue una de las cuestiones en la que coincidieron los ponentes. Y para ello, como describió Salvador Ruiz Gallud, ex director general de la Agencia Tributaria y coordinador también del libro, es necesario "introducir la educación financiera en el colegio, desde primero de Primaria para continuar con todos, incluidos los funcionarios".

Arráez completó esta idea con su afirmación de que los ciudadanos tienen derecho a una fiscalidad justa, proporcional y no confiscatoria; pero también tienen derecho a contribuir.

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