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BBVA: «Harían falta 27 millones de trabajadores para mantener el sistema de pensiones en España»

Las cuentas no le salen al responsable de pensiones de BBVA, porque jamás en la historia de España se ha alcanzado tal cifra de empleo y, en caso de conseguirse, pagar las pensiones de tantos trabajadores llegada su jubilación sería un problema todavía mayor.

14 junio, 2017 11:40

La sostenibilidad del sistema público de pensiones en España está más que entredicho. Desde BBVA se calcula que ¿para pagar pensiones como las que se pagan hoy, harían falta 27 millones de trabajadores en activo¿. Un escenario que según el responsable en la materia de la entidad ¿nunca ha ocurrido ni ocurrirá en la historia económica del país¿.

El director ejecutivo de pensiones de BBVA, David Carrasco, ha explicado que España es ¿uno de los principales exponentes del mundo¿ en cuanto a aumento de longevidad de los ciudadanos y de la drástica caída de la natalidad. Dos factores que comprometen la viabilidad del sistema público de pensiones en las economías avanzadas y, en el caso español, también después de la última reforma aplicada, ha comentado en una jornada organizada en Madrid este miércoles por CFA Institute en colaboración con el banco.

Precisamente, la baja tasa de natalidad es la que más compromete el sistema de previsión público, pues imposibilita que la cifra de trabajadores en activo pueda alcanzar a futuro un umbral de sustitución suficiente para soportar un sistema establecido con una esperanza de vida que se situaba en la mitad que hoy, según el experto. ¿Si somos muy generosos con los jubilados actuales, es muy posible que no podamos pagar las pensiones futuras¿.

Si bien considera que los cambios que se han introducido recientemente en España son positivos para la sostenibilidad, Carrasco considera que no lo son tanto para la suficiencia del sistema. En cuanto a la cuestión de la transparencia, el experto considera que ¿ni se han tomado medidas ni se esperan¿, pues descarta que la carta de previsión de importes a percibir tantas veces anunciada no llegará a remitirse nunca a los trabajadores. ¿Mi abuelo supo de qué iba a disponer para el resto de su vida un mes antes de jubilarse, y desgraciadamente en este tema no hemos avanzado mucho¿, ha comentado el directivo de BBVA.

Alemania, Austria, Croacia, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Portugal, Reino Unido y Suecia son los países europeos que ya han informado a sus ciudadanos de la previsión de pensión pública a percibir. En el caso de los países de la Unión Europea, hay que señalar que el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) de llevar la tasa de inflación al entorno del 2%, en diez años de jubilación, se puede perder en torno a un 12% de su poder adquisitivo.

EL AÑO 2050 COMO HORIZONTE CLAVE

En medio de este escenario, el año 2050 se presenta como horizonte clave para el sistema público español, ya que entonces se producirá la jubilación de la generación conocida como babyboomers, con lo que se producirá un pico en el coste del modelo. Y es que, aunque cuatro de cada tres españoles consideran que aportan más de lo que perciben, según datos barajados por la entidad, por cada euro aportado se generan 1,28 euros de pensión según el sistema actual, mientras con el anterior se pagaban algo más de 1,40 euros. Una generosidad que solo es sostenible con el ¿bono demográfico¿ de estos ciudadanos, cuyo agotamiento se acerca.

Una de las fórmulas que Carrasco baraja para España, donde la Constitución establece que las aportaciones a planes complementarios sean voluntarias, sería la del sistema de compulsión suave, que no las hace obligatorias, pero fija que, salvo que el trabajador indique lo contrario, se incluyan desde el momento de su alta laboral. En otros países donde ya está establecido este mecanismo, se permite que cada tres años el trabajador se replantee su situación, puesto que además de aportación propia se establece una aportación por parte de la empresa y ventajas fiscales.