Draghi tiene que cambiar su normativa para aumentar los estímulos

Draghi tiene que cambiar su normativa para aumentar los estímulos Francois Lenoir Reuters

Mercados Banco Central Europeo

Draghi se acostumbra a sus días grandes: anuncia una batería de estímulos histórica

Prolonga la compra de activos y amplía el abanico de deudas en su cartera, pero decepciona al no elevar el ritmo de adquisiciones

3 diciembre, 2015 14:55

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Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), ha vuelto a demostrar que es un estratega impecable. En sus tres años al frente de la entidad ha aprendido a manejar los tiempos y a forzar las situaciones. Su estrategia es crear tantas expectativas en el mercado que el ala más ortodoxa, liderada por Alemania, no tenga más remedio que aceptar unos estímulos monetarios tan agresivos y cuya eficacia está por demostrarse. Draghi defendió esta decisión, "aprobamos más estímulos porque funciona". Se esperaba una reunión histórica, y así fue. ¿Qué habrían hecho los mercados si no hubiese sido así? Mejor no tentar a la suerte.

Super Mario anunció una batería de estímulos, que empiezan por extender el programa de compra de activos “hasta marzo de 2017 o más tiempo si es necesario”, el programa actual acababa en septiembre de 2016. Sin embargo, Draghi no ha querido acelerar el ritmo de las compras mensuales, algo con lo que especulaban algunos analistas. Finalmente, las adquisiciones se quedan en 60.000 millones al mes para toda la eurozona.

¿Sirven para algo todos estos estímulos tan heterodoxos? Lo hacemos porque funciona

BCE también ha anunciado que aumenta el abanico de bonos públicos que compra. Si hasta ahora sólo adquiría deuda soberana, a partir de ahora comprará también títulos de las comunidades autónomas y las corporaciones locales.

Draghi presumió durante la rueda de prensa que la política del BCE está siendo uno de los tres motores que están provocando crecimiento económico en la eurozona. Los otros dos son los son las estrategias presupuestarias y de impuestos menos agresivas de los Estados miembro y, por último, la caída del precio del petróleo.

Cobrará más por los depósitos

Además, el BCE ha decidido rebajar la facilidad de depósito hasta el -0,3% desde el -0,2% previo. Este palabro no es otra cosa que el tipo de interés con el que retribuye la entidad a los bancos que depositan su exceso de liquidez en la entidad. Hasta 2012 pagaba por este dinero, pero desde entonces cobra a los bancos con el objetivo de que no aparquen este dinero en el BCE y que lo muevan a la economía real.

Esta decisión es importante por otro motivo y es que supone un balón de oxígeno para el ampliar el programa de compra de activos. El BCE se puso como límite no adquirir bonos que cotizasen por debajo del tipo de interés de la facilidad de depósito, antes en el -0,2% y ahora en el -0,3%. El problema con el que se encontraba es que ya hay una buena parte de la deuda soberana de los países del centro de Europa cotizando por debajo de este -0,2%, por ejemplo, en Alemania están todos los bonos hasta con vencimientos hasta cuatro años. Esto limitaba mucho el abanico de bonos que podía comprar y corría el peligro de quedarse sin títulos suficientes en el mercado para completar sus estímulos. Con esta decisión, consigue ampliar todos los activos elegibles y así puede seguir inyectando estímulos con más relajación.

Además, la entidad reinvertirá todos los vencimientos de los activos que haya comprado “tanto tiempo como sea necesario”. Esto significa que el BCE no reducirá el tamaño de la deuda pública que tiene en su balance, lo que mejorará la situación de los países para financiarse incluso después de que el programa de activos haya acabado. Con esta situación, es de esperar que los tipos de interés de la deuda pública sigan en niveles históricamente bajos durante años.

Atención a la liquidez

Mario Draghi ha querido prestar especial atención a la liquidez que hay en el mercado, para que no se produzcan situaciones de estrangulamiento que generen problemas para los inversores y que puedan llegar hasta la economía. Para evitar esta situación, el BCE seguirá dando a las entidades financieras tanta liquidez como pidan (barra libre) en todas las subastas semanales de liquidez, las conocidas como Operaciones Principales de Financiación (MRO) “tanto tiempo como sea necesario”, indicó el presidente de la entidad. También mantendrá las subastas de liquidez a largo plazo (LTRO).