
El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, durante la inauguración de la IV Conferencia Internacional para la Financiación al Desarrollo de la ONU el pasado 30 de junio. Europa Press
El Gobierno ya no tiene prisa en aprobar el nuevo canal de TDT y pospone hasta después del verano el concurso
El retraso en el proceso, que estaba previsto que arrancara antes de julio, hará que el adjudicatario de la nueva licencia no se conozca hasta 2026.
Más información: El Gobierno da luz verde a la reforma de la TDT que contempla la creación de un nuevo canal en abierto
El Gobierno ya no tiene prisa por adjudicar el nuevo canal de la Televisión Digital Terrestre (TDT). El Ministerio para la Transformación Digital y de Función Pública ha decidido retrasar a después del verano el concurso, previsto inicialmente para antes del mes de julio.
El lanzamiento de una cadena de televisión en abierto está incluido en la reforma del Plan Nacional de la TDT que aprobó el Ejecutivo a finales de marzo. Esta incluía una reorganización de las frecuencias que dejaba espacio para la creación de un nuevo canal.
Óscar Lopez, titular de la cartera de la Transformación Digital, anunció tras la entrada en vigor de dicho plan que la intención del Ejecutivo era poner en marcha el proceso de licitación en un periodo máximo de tres meses. Es decir, que el concurso arrancaría antes de julio.
Sin embargo, ya han pasado más de tres meses de aquel anuncio realizado en un desayuno informativo y el Gobierno sigue aún sin convocar la subasta.
Según han informado fuentes conocedoras a EL ESPAÑOL-Invertia, los plazos con los que trabaja el Ministerio actualmente contemplan que la licitación tenga ya lugar después de las vacaciones de verano.
Este retraso en la convocatoria afectará previsiblemente también al resto del calendario que apuntó Óscar López a principios de abril. Entonces indicó, una vez convocada la licitación, que el proceso duraría unos seis meses. De esta manera, el adjudicatario se hubiera conocido antes de final de año.
Ahora, con el retraso del inicio del concurso, es poco probable que se pueda resolver este 2025. En consecuencia, la licencia del nuevo canal de la TDT no tendrá dueño hasta 2026.
Sin prisa
El Gobierno lleva más de un año trabajando en la reforma del Plan Nacional de la TDT, que ha sido consensuada con todo el sector audiovisual y que define cómo se gestionará el paso de la televisión de alta definición a la de ultraalta definición en España.
Este proceso incluye una redistribución del espectro radioeléctrico gracias al espacio que deja libre el cambio de tecnología. "La ley establece que no puede haber espacio radioeléctrico libre y que el Gobierno tiene la obligación de convocar un concurso para redistribuirlo", recordaba López.
Desde que comenzaron los rumores acerca de la posibilidad de que hubiera una licencia en abierto todos los ojos estaban puestos en el Grupo Prisa como previsible adjudicatario de la nueva licencia.
De hecho, dentro de la compañía comenzaron los preparativos para poner en marcha el nuevo canal antes incluso de que se confirmara su licitación. Sin embargo, todos los planes se torcieron a finales de febrero.
El consejo de administración, presidido por Joseph Oughourlian, decidió no optar al concurso tras analizar el proyecto presentado por Carlos Núñez, entonces presidente ejecutivo de Prisa Media, ya que supondría un problema para refinanciar la deuda del grupo.
Se inició así una crisis de gobernanza que ha enfrentado en los últimos meses a Oughourlian con los accionistas afines al PSOE por el control del grupo de medios.
La duda reside ahora en quién puede ser el adjudicatario después de que Prisa, salvo que cambien las tornas, haya confirmado públicamente que no tiene intención de presentarse. También se ha descartado que Telefónica opte a esta licencia.
El retraso del inicio de la licitación da unos meses a los posibles interesados para hacer cuentas y preparar sus proyectos para cuando se convoque el concurso. Algo que a día de hoy sigue sin tener fecha.
Evolución técnica
El lanzamiento de la nueva cadena no es lo único que se verá afectado por este retraso en la subasta. De la nueva licencia de TDT depende también todo el proceso de modernización de la TDT y la reorganización de los canales.
Según recoge el plan técnico, la nueva distribución de la capacidad de los múltiplex digitales de cobertura estatal y el inicio de emisiones con la tecnología DVB-T2 no se llevará a cabo hasta que el canal esté adjudicado.
Hay que recordar que el proyecto se ejecutará en dos fases. En la primera se implantará la tecnología DVB-T2 en uno de los siete múltiples estatales, el RGE2. En la segunda, todos los múltiplex digitales de la TDT, sea cual sea su ámbito de cobertura, deberán dar el salto a la nueva tecnología.