El pasado 28 de marzo, Ryanair cumplió con su amenaza y operó sus últimos vuelos en los aeropuertos de Valladolid y Jerez de la Frontera. También redujo el tráfico en otros cinco aeródromos españoles. De todos ellos, el más afectado es el de Valladolid, que en tres meses hunde su tráfico a niveles históricos.
En concreto, el aeródromo vallisoletano recibió entre los meses de abril y junio un total de 18.539 pasajeros, un 66,8% menos que en el mismo periodo del año anterior, cuando por sus instalaciones pasaron 55.852 usuarios.
Es decir, el aeropuerto ha perdido 37.313 viajeros en tres meses, según datos de Aena. El peor mes fue el de junio, con un descalabro del 77,2% y tan sólo 3.340 pasajeros.
Su caída es tan alarmante en el sexto mes del año que es superado en tráfico por aeropuertos menores como el de Badajoz (9.230 viajeros en junio) o el helipuerto de Ceuta (7.288).
Antes de irse de Valladolid, Ryanair ofrecía vuelos regulares a Barcelona con tres frecuencias semanales, mientras que a Palma de Mallorca sólo lo hacía en los meses de verano (entre el 30 de marzo y el 23 de octubre).
Su salida supone dejar casi desierto este aeródromo, donde ahora sólo opera de forma regular una compañía: Binter, que fleta vuelos a Gran Canaria.
Según Aena, también lo hacen Air Nostrum, Alba Star e Iberojet, pero para vuelos en exclusiva para el programa del Imserso y Enter Air para vuelos del Club de los 60 (programa de la Junta de Castilla y León). Por lo que no se consideran vuelos comerciales abiertos al público general.
Otros aeropuertos afectados
Además de Valladolid, Ryanair también cesó operaciones en Jerez de la Frontera. Pero aquí la caída es menor: un 7,6% en junio (96.638 usuarios).
Su impacto es menor gracias a que en sus instalaciones operan otras compañías como Iberia, Air Nostrum o Binter. Eñ tráfico de estas tres aerolíneas compensa la salida de la línea aérea de bajo coste.
Imagen de archivo de un avión de la compañía Ryanair.
La irlandesa también recortó tráfico en otros cinco aeropuertos regionales que en el mes de mayo, incluso, recuperaron tráfico para tranquilidad de Aena.
Pero ahora sólo Asturias registra un incremento del 3,4%. El resto, Santiago de Compostela, Vigo, Zaragoza y Santander registran caídas del 10,4%, 6,8%, 5,7% y Santander 4,2%, respectivamente.
Más recortes
El problema de Valladolid está lejos de solucionarse. La compañía low cost ya trabaja en su campaña de invierno en España con la vista puesta en continuar con su política de reducir rutas en los aeropuertos regionales que no son rentables para su modelo de bajo coste.
“Seguramente habrá cambios en los aeropuertos regionales siguiendo la lógica de la temporada de verano”, aseguró recientemente Elena Cabrera, portavoz de Ryanair en España y Portugal, en conversación con EL ESPAÑOL-Invertia.
Lo que está claro es que “las rutas que se eliminaron en verano no se repondrán en invierno, como las de Valladolid, por ejemplo”, afirmó.
Y lo mismo ocurrirá con Jerez (donde ya no opera), Vigo, Santiago, Santander, Zaragoza y Asturias. Asimismo, la aerolínea deja la puerta abierta a que otros aeródromos regionales corran la misma suerte.
Aena, por su parte, trabaja en ocupar los espacios que Ryanair está dejando.
A través de las mesas de turismo -formadas por ayuntamientos, CCAA y Aena- se busca plan b para evitar el impacto en términos turísticos y económicos para estas ciudades. Sin embargo, aún no ha encontrado alternativa en Valladolid.
Guerra con Aena
Este planteamiento de Ryanair responde al rechazo de Aena en sus reclamaciones para mejorar los incentivos en los aeropuertos secundarios.
Aena siempre ha defendido su modelo de gestión. De hecho, durante algunas semanas asistimos a una especie de guerra de acusaciones entre la aerolínea y el gestor aeroportuario.
