Las dos candidatas que han pujado por la marca de la naviera son una agencia internacional de turismo y una empresa española que nada tiene que ver con el sector en el que operaba Pullmantur. En esta puja las dos ofertas han sido “bastante bajas”, tal y como confirman fuentes cercanas. 

Aunque no ha sido desvelado el montante económico de las ofertas, se entiende que sean bajas ya que la marca está “muy desgastada” y más en un sector castigado por la pandemia. En una primera fase, se pedía que las empresas superaran los 177.000 euros, pero no parece que hayan llegado a esta cifra. El nombre del ganador se dará a conocer el próximo lunes. 

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No obstante, Data Concursal ya tuvo que ampliar el plazo este año, tal y como avanzó este medio. Ello se debió a la falta de interés por la empresa. De hecho, podría haberse dado el caso de no haber ninguna otra oferta en esta ampliación de plazo. Si hubiera sido así, la histórica marca de la naviera española hubiera muerto. 

Esta fase es la continuación a la ya iniciada en 2022, cuando el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid aprobó el plan de liquidación de Pullmantur, que se desarrollará paralelamente a la fase común del concurso de acreedores de las entidades Pullmantur Cruises y Pullmantur SA. 

Una vez se venda la marca, el concurso de acreedores (solicitado en 2020) estaría prácticamente terminado dejando abierto solo el conflicto laboral entre la naviera y una parte de sus ya extrabajadores que siguen dos años después a la espera de juicio.

Eso no exime a Pullmantur de sus deudas con Hacienda. Según la última lista de morosos publicada recientemente, la naviera debe 1,77 millones de euros a través de dos de sus sociedades: Pullmantur Cruises (957.438 euros) y Pullmantur SA (819.397 euros). Esta segunda ya estaba en la lista de deudores, mientras que Pullmantur Cruises entra por primera vez.