Infografía con el logo de 5G sobre una mapa de España.

Infografía con el logo de 5G sobre una mapa de España. Medinamedia / Europa Press

Tecnología

Las 'telecos' europeas deberán invertir 200.000 millones hasta 2030 para lograr los objetivos fijados de 5G y fibra

Un informe de Deloitte para la patronal de las operadoras reclama nuevos enfoques políticos que permitan al sector abordar este desafío inversor. 

10 octubre, 2023 02:52

Las operadoras de telecomunicaciones europeas tendrán que invertir más de 200.000 millones de euros en el despliegue de infraestructuras de telecomunicaciones si quieren alcanzar los "ambiciosos" objetivos de conectividad de fibra y 5G que Europa se ha marcado para 2030. Unas metas que suponen un "desafío" para las 'telecos' y requieren de un nuevo enfoque en las políticas que afectan a esta industria.

En su hoja de ruta 'Brújula Digital', la Comisión Europea (CE) se ha fijado como objetivo que en 2030 todos los hogares europeos tengan conexión de Internet con al menos un gigabit de velocidad, así como que todas las zonas pobladas del Viejo Continente cuenten con cobertura 5G.

Sin embargo, alcanzar estas metas va a requerir de "inversiones sustanciales" por parte de las operadoras, tal y como refleja el informe 'El futuro de las redes de comunicaciones electrónicas en Europa' elaborado por la consultora Deloitte para ETNO, la patronal de las telecos europeas a la que pertenecen compañías como Telefónica, Orange o Deutsche Telekom.

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El informe identifica siete tecnologías cuyo impulso será clave en los próximos años para que Europa alcance una posición de liderazgo en materia de conectividad y pueda construir, implementar y operar las redes que definirán la próxima ola de servicios innovadores.

En concreto, las siete tecnologías identificadas por Deloitte son el 5G Standalone (conocido como 5G puro), la fibra óptica, el Open Ran, la virtualización y softwarización de las redes, el edge computing, el cifrado cuántico y los satélites de órbita terrestre baja (LEO por sus siglas en inglés).  

Reto inversor

Deloitte avisa de que todas estas tecnologías suponen un reto inversor para las operadoras, ya que son "intensivas en capital". "Las necesidades de inversión en las próximas tendencias tecnológicas serán elevadas y representarán un importante desafío financiero para los operadores de telecomunicaciones europeos", alerta.

En concreto, detalla que esas necesidades son particularmente relevantes en el caso del despliegue de las redes de nueva generación como son el 5G SA y la fibra óptica. Deloitte estima que las inversiones serán de al menos 100.000 millones de euros entre 2023 y 2030 para cada una de estas tecnologías.

Imagen de varios cables de fibra óptica conectado a un router de Internet.

Imagen de varios cables de fibra óptica conectado a un router de Internet. Nokia / Europa Press

A estas hay que sumar las inversiones en las denominadas tecnologías habilitadoras, como son las redes definidas por software (SDN por sus siglas en inglés) y la virtualización de funciones de red (NFV), que permiten que las redes sean más flexibles, más seguras y más eficientes en cuanto a costes y consumo energético.

Otra de esas tecnologías habilitadoras es el Open Ran, que promueve la interoperabilidad de los diferentes elementos que componen la red y que permite a las operadoras reducir su dependencia de un proveedor concreto y rebajar los costes de despliegue y operación.

Según Deloitte, estas tecnologías también tendrán un "impacto significativo" para las operadoras europeas en términos de gasto de capital, que situará entre los 10.000 y 100.000 millones de euros de aquí a 2030. Las otras tres tecnologías clave (satélites LEO, edge computing y cifrado cuántico) requieren de una inversión "más modesta": en torno a 10.000 millones de euros. 

En este sentido, el informe recuerda que sólo en la última década las empresas de telecomunicaciones europeas han invertido más de 500.000 millones de euros y que la propia Comisión Europa ha alertado de que el déficit de inversión en redes en el Viejo Continente supera los 174.000 millones de euros. 

Desafíos

Sin embargo, llevar a cabo las inversiones previstas en el informe y reducir ese déficit identificado por Bruselas no será un reto sencillo para el sector europeo de las telecomunicaciones, que se enfrenta a numerosos desafíos que provocan que no tenga el músculo financiero necesario. 

Por ejemplo, Deloitte subraya que la elevada fragmentación del mercado, junto con unos menores ingresos medio por usuario a la vez que aumenta el consumo de datos por cliente, han erosionado de forma "considerable" el valor de las operadoras europeas en los últimos años.

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Además, añade que las compañías de telecomunicaciones podrían enfrentarse a mayores presiones en sus márgenes de beneficio debido a la dificultad que tienen para monetizar sus nuevos servicios, sus limitadas oportunidades para ganar escala y un ecosistema en el que cada vez tienen más peso los nuevos competidores.  

Para abordar estos desafíos el informe propone una serie de medidas basadas en experiencias llevadas a cabo en otros países para garantizar que existen unas redes "autónomas, resilientes y sostenibles", al mismo tiempo que impulsan la innovación y la mejora de la competitividad económica.  

Nuevas políticas

En primer lugar, Deloitte defiende que las actuales necesidades de inversión en conectividad se apoyen en nuevos enfoques en las políticas que afectan a la industria. En concreto, reclama que se impulse el aumento de la inversión tanto pública como privada en infraestructuras de Internet de alta velocidad.

No obstante, añade que también son necesarias iniciativas para mejorar la seguridad y la resiliencia de las redes, promover la equidad digital y la conectividad asequible, impulsar el salto de los servicios públicos a la nube e incrementar el apoyo a las nuevas tecnologías.

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Otra de las propuestas tiene que ver con la contribución de los grandes proveedores de contenido a la financiación de las redes y pone de ejemplo el caso de Corea del Sur, donde desde hace años existe un modelo de compensación a las operadoras basado en el desequilibrio del volumen de tráfico intercambiado.

A todas estas recomendaciones el informe también añade una revisión de los procesos de control de fusiones, establecer estándares y requisitos para mejorar la seguridad y la resiliencia de la cadena de suministro y aumentar la financiación de programas educativos para desarrollar experiencias de Tecnologías de la Información (TI).