Según los datos que acaba de publicar la consultora tecnológica IDC, en 2022 se vendieron alrededor de 1.205 millones de smartphones en todo el mundo, lo que representa un descenso del 11,3% en comparación con los 1.360 millones de unidades de 2021. 

Detrás de esta caída hay un conjunto de factores entre los que la firma menciona la elevada inflación, una significativa caída de la demanda de los consumidores o la incertidumbre económica. Una muestra de ello es que el tiempo que tarda una persona en cambiar su teléfono supera ya en la mayoría de los principales mercados los 40 meses. 

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De los grandes fabricantes, los chinos son los que más están sufriendo en este escenario. Vivo ha visto desplomarse sus envíos un 22,8%, mientras que los de Oppo se han hundido un 22,7%. En el caso de Xiaomi, la tercera compañía del mundo por cuota de mercado, el descenso ha sido del 19,8%. 

Esto ha permitido a Samsung y Apple consolidarse como los dos principales fabricantes a nivel global al elevar sus cuotas de mercado hasta el 21,6% y 18,8%, respectivamente. Sin embargo, ninguna de las dos se escapa de las caídas generalizadas de 2022. El fabricante surcoreano ha registrado un descenso del 4,1% y el estadounidense, del 4%. 

Fin de año

Los malos datos registrados en 2022 se deben en gran medida a un final de año para olvidar en el sector. Y es que las ventas de smartphones en el periodo comprendido entre octubre y diciembre se hundieron un 18,3%, la mayor caída trimestral desde que IDC tiene registros. 

Según la firma, en el cuarto trimestre de 2022, un periodo que incluye las campañas de Navidad o Black Friday, se vendieron poco más de 300 millones de dispositivos en todo el mundo, frente a los 367 millones que se distribuyeron hace un año. 

Una mujer consultando su smartphone de Apple. Unsplash / Europa Press

Nabila Popal, directora de investigación del equipo Worldwide Tracker de IDC, añade que nunca habían visto que a finales de año se registraran unos datos más bajos que en el trimestre anterior. Además, añade que las promociones y las ventas realizadas en este periodo en vez de impulsar los pedidos, lo que hicieron fue ayudar a agotar inventarios. 

"Lo que este trimestre nos dice es que el aumento de la inflación y las crecientes preocupaciones macroeconómicas continúan obstaculizando el gasto de los consumidores incluso más de lo esperado y empujando cualquier posible recuperación hasta finales de 2023", añade Popal. 

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El cuarto trimestre ha sido especialmente malo para los cinco mayores vendedores de smartphones del mundo, sin excepción. Apple lidera el mercado con una cuota del 24,1%. Sin embargo, la compañía, que hasta ahora parecía inmune a la crisis del sector, ha visto como sus ventas se han desplomado un 14,9%.

Samsung, que ocupa la segunda posición, ha registrado una fuerte caída del 15.8%. Sin embargo, el mayor descenso ha sido el 26,3% marcado por Xiaomi, que ha provocado que su cuota de mercado haya caído al 11%. El 'Top 5' lo vuelven a completar Oppo y Vivo, cuyas ventas han caído un 15,9% y un 18,9%, respectivamente. 

Cautela para 2023

Por otro lado, IDC señala que el dato con el que han cerrado las ventas de smartphones en 2022, peor de lo esperado, sitúa en "grave peligro" la recuperación prevista para 2023, para cuando la firma esperaba un crecimiento del 2,8%. Ahora, la consultora advierte de la existencia de un "fuerte riesgo a la baja" en sus previsiones.

"Con un descenso en 2022 de más del 11%, 2023 apunta que será un año de cautela, ya que los proveedores reconsiderarán su cartera de dispositivos, mientras que los canales lo pensarán dos veces antes de asumir un exceso de inventario", incide Anthony Scarsella, director de investigación de Worldwide Quarterly Mobile Phone Tracker de IDC.

En las próximas semanas, los fabricantes de teléfonos como Apple o Samsung darán a conocer sus resultados financieros de 2023, en los que se comprobará el impacto económico que ha tenido esta caída en las ventas. De momento, la compañía surcoreana ya ha adelantado que su beneficio operativo cayó alrededor de un 69% y sus ingresos un 8,6%. 

El sector tecnológico en su conjunto no está atravesando una de sus mejoras etapas. Gigantes como Meta, Google, Amazon o Microsoft se han desplomado en bolsa en 2022 y han anuciado recortes masivos de plantilla. De momento, los fabricantes de dispositivos no han seguidos sus pasos, pero habrá que estar pendiente de si esta crisis de ventas de smartphones se traduce también en despidos.