Sede del Mobile World Congress en Barcelona, en una imagen de archivo.

Sede del Mobile World Congress en Barcelona, en una imagen de archivo.

Tecnología

El Gobierno y la Generalitat presionan a la GSMA para que el Mobile de Barcelona no se cancele otra vez

De no realizarse el evento, la GSMA debería devolver más de tres millones de euros al Ejecutivo en concepto de ayudas.

11 marzo, 2021 01:10

El Mobile World Congress de Barcelona (MWC) de este 2021 ha llegado a un punto de no retorno. En las últimas 48 horas han renunciado tres de las empresas más grandes del evento -Ericsson, Nokia y Sony Mobile- y se espera una importante oleada de cancelaciones en los próximos días.

La justificación es la misma: las actuales condiciones sanitarias del coronavirus hacen extremadamente peligroso realizar un MWC planificado para 50.000 personas, por mucho que hayan bajado los contagios de la Covid-19 en junio.

Una situación que pone sobre la mesa la cancelación del MWC por segundo año consecutivo o, al menos, mover nuevamente la fecha de su realización. No obstante, la GSMA -los organizadores y patronal de las telecos- se ha empeñado en mantener la fecha del 28 de junio al 1 de julio. 

¿Por qué? Las informaciones confirmadas por Invertia indican que las presiones del Gobierno español, de la Generalitat de Cataluña y del Ayuntamiento de Barcelona han sido muy importantes en los últimos días para no cancelar ni modificar las fechas de la feria.

Las Administraciones públicas están empeñadas en utilizar el MWC y Fitur, programada para mayo, como los dos grandes eventos con los que se pretende relanzar el turismo español.

Reyes Maroto y Calviño

Este mismo miércoles y tras conocerse la renuncia de Ericsson, la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, indicó que el MWC se celebrará de una manera distinta, combinando una feria digital y presencial. "Lo más importante es celebrar estos eventos, porque suponen el reinicio de un sector, el turismo congresual", dijo.

Lo mismo dijo hace unas semanas la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, indicando que trabajaban en realizar el mejor Mobile posible y confirmando que se realizaría a las puertas del verano.

En el Ejecutivo y en las administraciones catalanas se considera que el MWC cuenta con las garantías necesarias para realizar una feria de estas características. Por otro lado, creen que sería un error cancelarla o suspenderla nuevamente y con el ritmo de vacunación creciendo. Además de un golpe en la línea de flotación del maltrecho turismo.

De hecho, otras fuentes consideran que si se realiza algún movimiento sobre este MWC y si se posterga otro año más perderá completamente su peso en el mapa internacional de ferias.

Hasta el momento, incluso de manera virtual, se ha mantenido el calendario de eventos tecnológicos. Hace unos días el propio Mobile de Shanghái se realizó de manera semipresencial, lo que puso mucha presión a los organizadores de España.

Espadas en alto

En cualquier caso, y si es que no se reliza la feria, el MWC debería devolver al Ejecutivo los cerca de cinco millones que anualmente entrega la Administración al evento, según el contrato firmado en junio pasado. En este 2021 el Gobierno consiguió una "importante rebaja", que habría dejado esta cifra por encima de los tres millones.

"Esta aportación será devuelta en caso de que finalmente no pueda celebrarse la próxima edición en Barcelona en 2021", dijo el Ejecutivo en esos momentos.

En cualquier caso, estamos ante una nueva guerra política en la que las administraciones no quieren ceder terreno y temen que una cancelación pueda herir de muerte el MWC.

Un pulso con las empresas que recelan de asistir por la emergencia sanitaria. En el medio, la GSMA y la organización, que no mueve ficha expectante ante una posible oleada de cancelaciones. En estos momentos, todos los escenarios están sobre la mesa, incluida la cancelación o postergación para el último trimestre del año. Las espadas siguen en alto.