En plena desescalada y con agresivas ofertas comerciales para intentar ser competitivas, las operadoras de telecomunicaciones deberán mantener durante los próximos meses la vista puesta en la elevada tasa de impagos que se ha producido como causa de la pandemia. Una situación que podría presionar sus márgenes comerciales y obligarles a controlar sus partidas de costes.

Los datos a los que ha tenido acceso Invertia hablan de que el porcentaje de clientes del sector que se ha acogido a una moratoria va desde el 7% al 11% dependiendo de la compañía. Este dato se refiere a quienes han pedido pactar nuevas condiciones, reestructurar su deuda o simplemente han solicitado la suspensión del pago de su cuota mensual.

El último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) indica que en febrero -el mes anterior al comienzo del confinamiento- las líneas de voz más banda ancha móvil llegaron a los 46 millones, las líneas móviles a 54,6 millones y las líneas de banda ancha fija a 15,2 millones.

Si se eliminan líneas duplicadas y clientes con varias líneas, el número de clientes de las operadoras superaría los 40 millones, por lo que el porcentaje de impagos se elevaría a unos 400.000 clientes, según las fuentes consultadas por Invertia.

En marzo, el Gobierno estableció que como servicio básico y de primera necesidad a las telecomunicaciones, y al igual que el agua, la luz y el gas, se prohibió que las empresas cortaran el suministro por impagos.

Pago en seis meses

El 26 de mayo, el Ejecutivo levantó esta prohibición pero estableció un sistema para que quienes mantengan impagos con su operadora no puedan cambiarse de compañía y además puedan realizar el pago de facturas pendientes "de forma flexible, fraccionada y sin intereses de demora".

Los usuarios que mantengan impagos tendrán seis meses para ponerse al día con su operador. De esta manera, el Gobierno encontraba una solución intermedia ante el temor de muchas compañías ante la fuga masiva de clientes con impagos.

En las operadoras indican que este 7% a 10% de clientes que han pedido no pagar su facturas no se traducirá en que sus ingresos caigan en este mismo porcentaje durante este 2020. Indican que, efectivamente, han aumentado los impagos, pero que la mayoría de las moratorias incluyen que se pongan al día antes de final de año.

Además, quienes más se han acogido a estas condiciones son los clientes de menor valor. Es así como el ARPU (ingreso medio por cliente) de quienes se acogen a las moratorias está muy por debajo del ARPU medio de todos sus clientes. Del mismo modo, las compañías advierten de que estas moratorias están muy por debajo del resto de los sectores. Según el último informe de estabilidad financiera del Banco de España casi un 40% de los hogares españoles tenía algún tipo de deuda con las entidades de crédito en el período 2011-2017. Treinta puntos más que los actuales impagos a las telecos.

No habrá fuga de morosos

Las operadoras defienden que el confinamiento ha confirmado a las telecomunicaciones y les ha fortalecido como servicio esencial. Es decir, que los usuarios han preferido seguir pagando su factura a las telecos frente a otros servicios que han considerado menos esenciales. 

Del mismo modo, las operadoras no creen que este aumento de los impagos sea un problema a corto plazo ya que la mayoría de ellos están refinanciados y reestructurados por lo que el pago, aunque con retraso, se realizará.

El hecho de que el Ejecutivo haya prohibido el cambio de compañía a los morosos es otro punto de tranquilidad que les permite analizar los casos sin la presión de una fuga de clientes. Una situación que además reduce costes administrativos y el paso de muchos expedientes a empresas especializadas en cobros. 

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