La renuncia de herencias se ha disparado. Si echamos la vista atrás, en 2019 su número fue de 48.239. Al año siguiente, y por la pandemia, que entre otras causas conllevó el conocido confinamiento, descendió hasta 45.328 (un -6%). Pero en 2021 no sólo superó este. Lo hizo un 25%, para situarse en 56.667 renuncias. Si abarcamos el periodo prepandemia, la diferencia entre 2019 y 2021 es de un 17,4%.

“Esta tasa rompe la tendencia de contracción en la serie del 2020. Y supone la mayor de la serie histórica desde 2007”, apuntan desde el Consejo General de Notariado. E indican que el exceso de mortalidad que ha conllevado la pandemia se ha traducido en un incremento de los actos notariales relacionados con las herencias.

Por eso, subrayan que ha habido “aumentos significativos en 2021 tanto en las renuncias como en las aceptaciones”. Conviene recordar que los actos relativos a las herencias pueden llevarse a cabo durante mucho tiempo. “Por tanto, constituyen una variable retrasada respecto a la evolución de la mortalidad”, añaden.

Esta circunstancia, junto al “efecto espera o rebote”, parece estar detrás de la explicación de que muchas operaciones se hayan formalizado durante 2021, y no durante 2020. Este año tuvo un exceso de mortalidad mucho mayor.

Recopilando los datos, en 2021 se registró el mayor aumento de aceptaciones de herencias. Es más, se marcó un récord histórico con 365.649 aceptaciones. Por tanto, un 22,2% más que en 2020. Si se compara con 2019, ese incremento fue del 13,9%. Entre 2019 (321.001 aceptaciones) y 2020 (299.238 aceptaciones), se produce un descenso del 13,9%.

Testamentos y contratos sucesorios

En otro orden de cosas, el número de testamentos alcanzó los 723.642 en 2021, aumentando en 92.406 frente a los otorgados en 2020. Por tanto, un incremento del 14,6%. Se trata de la mayor subida interanual de la serie de testamentos desde que comenzó a registrarse en la base de datos de los Notarios.

Si se compara con 2019, en estos dos últimos años ese porcentaje ha crecido un 10,4%. Entre 2020 y 2019, el mismo cayó un 3,6%. En 2019, el número de testamentos fue de 654.918. Al año siguiente, bajó hasta los 631.236.

El 98% de los testamentos de 2021, en concreto 708.832, fueron testamentos unipersonales abiertos. Se trata de aquellos en los que la persona que testa expresa las disposiciones del testamento en presencia de un notario. El 2% restante lo conforman otro tipo de testamentos o actos de última voluntad, como testamentos cerrados u ológrafos.

Tres han sido las causas que han impulsado el número de testamentos: el incremento de la incertidumbre sobre el futuro; el aumento de la mortalidad; y, en definitiva, la creciente preocupación de los ciudadanos por la posibilidad de un fallecimiento repentino provocado por los efectos de la pandemia.

Junto a los testamentos, también continúan aumentando protagonismo los conocidos como contratos sucesorios entre de dos o más firmantes. Mientras que el testamento es un acto unilateral que se puede cambiar a voluntad y siempre que se quiera, el contrato sucesorio solo se podrá modificar o revocar si los distintos firmantes están de acuerdo.

En 2021 se otorgaron 31.702 pactos sucesorios, el mayor registro de la serie histórica y un 18,9% más que los otorgados en 2020. Si lo comparamos con 2019, ese aumento fue del 35,8%. Porque, a diferencia de todas las estadísticas anteriores, no hubo una caída en 2020 respecto a 2019. Entre estos dos años, la subida fue del 14,2%.