El salario bruto anual fue de 22.837 euros en 2020. Así lo refleja la última Encuesta Anual de Coste Laboral (EACL) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Por tanto, el salario bruto mensual es de 1.903 euros. Se trata de un 2,6% menos respecto a 2019, cuando alcanzó los 1.954 euros brutos al mes.

Por lo que respecta a los alquileres, el precio medio de alquiler fue de 980 euros al mes a finales de 2020. Dicho de otra forma, es el 51,5% de los ingresos brutos mensuales de los arrendatarios. Un año antes, ese precio era de 966 euros. Por tanto, el pago del alquiler representaba el 49,4%, más de dos puntos porcentuales menos.

Estos últimos datos han sido recogidos por el portal pisos.com, que también pone de manifiesto la diferencia entre comunidades autónomas. A la cabeza, Baleares. Allí, pagar el alquiler representa el 82,8% del sueldo.

Madrid y Cataluña

Las cifras de Baleares están por encima de las de Madrid y Cataluña. En concreto, ese porcentaje en Madrid es del 69,6%, y en Cataluña, del 63,5%. Por encima de la media también están Canarias (57,4%) y Andalucía (53%). En el otro lado de la balanza, Extremadura y Asturias. En la primera, el precio del alquiler supuso el 30,3% del salario, y en la segunda, el 31,3%.

También por debajo están Castilla-La Mancha (32%), Galicia (34,5%), Murcia y Aragón (ambas con el 35,7%).

“Lo que es evidente es que en algunas de las comunidades autónomas el porcentaje que representa el coste del alquiler sobre los ingresos totales brutos es demasiado alto, por lo que sigue haciéndose evidente la desproporción entre los salarios y el coste de la vivienda en gran parte de nuestro país”, subraya Ferran Font, director de Estudios de pisos.com.

La causa de esta desproporción, de que Baleares esté por encima tanto en alquiler como en la compra de vivienda, está en que se trata de un destino vacacional por excelencia. Y eso infla los precios de mercado. Además, los sueldos en la isla son bastante bajos en relación con el coste de vida. Hablamos de un sueldo medio anual de 17.424 euros después de impuestos frente a unas facturas por el coste de vida de 1.916 euros al mes.

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