Planta de biometano.
Europa suma ya 25 países produciendo biometano: así se transforma el mapa continental
Europa está cambiando su mapa energético con una velocidad silenciosa pero imparable. Ya son 25 los países del continente que cuentan en sus territorios con plantas que producen biometano, según el reciente Informe Estadístico 2025 de la Asociación Europea de Biogás (EBA).
Portugal se sumó en 2022, Lituania y Ucrania en 2023, y ahora Polonia ha inyectado su primer biometano a la red este 2025.
Y con la mirada puesta en 2030, la inversión privada comprometida alcanza 28.400 millones de euros, un impulso que promete acelerar la transición energética.
Según los datos más recientes de la EBA y Gas Infrastructure Europe (GIE), relativos a junio de 2025, Europa cuenta con cerca de 1.680 plantas de biometano, lo que supone que en el último año se han conectado 130 plantas a la red de gas del continente.
En septiembre, Polonia se incorporó también al mapa de países productores. El operador del sistema conectó a la red nacional la planta de 45 megavatios (MW) de Sudzucker en Strzelin. Esta instalación transforma residuos de remolacha azucarera en biometano para abastecer su propia fábrica y enviar el excedente a la red.
Las plantas de biometano europeas son cada vez más grandes: su tamaño promedio supera casi cuatro veces al de las plantas de biogás tradicionales destinadas a electricidad y calor.
Además, la producción se orienta cada vez más a materias primas sostenibles, como residuos agrícolas, sólidos urbanos orgánicos, lodos de depuradora y subproductos industriales, consolidando el carácter circular del sector.
Por otro lado, la UE generó en 2024 alrededor de 25 millones de toneladas de digestato, un coproducto rico en nutrientes que ya puede sustituir el 17% de los fertilizantes nitrogenados del continente y que, con el crecimiento previsto, podría cubrir más del 65% del nitrógeno no renovable para 2040, según la EBA.
El informe 2024-2025 subraya que, mientras el consumo de gas en la UE-27 alcanza los 332 bcm (mil millones de metros cúbicos) y 273 bcm aún son importados, los biogases representan una vía estratégica para la independencia energética y la desfosilización del continente.
La producción europea de biogás y biometano creció de manera moderada hasta 22 bcm en 2024, concentrándose principalmente en los países de la UE-27 con 19 bcm.
Esa cifra equivale a toda la demanda de gas de Bélgica, Dinamarca e Irlanda juntas, apenas un 6% del consumo total de gas de la UE.
Dentro del sector, el biometano continúa liderando el crecimiento, con 5,2 bcm producidos en 2024, de los cuales 4,3 bcm corresponden a la UE-27, respaldados por una capacidad instalada de 7 bcm/año a principios de 2025.
Sin embargo, la EBA advierte: la persistente incertidumbre regulatoria está frenando el crecimiento del sector justo cuando Europa más necesita soluciones nacionales de gas renovable.
El caso de España
España cerrará 2025 con un total de 22 plantas de biometano en funcionamiento. Así lo señalan los últimos datos de la patronal gasista Sedigas, que confirman el despegue -aún tímido- de una industria llamada a desempeñar un papel clave en la transición energética.
Durante los últimos doce meses, estas instalaciones han producido más de 410 GWh de biometano, una cantidad que apenas representa el 0,12% de la demanda nacional de gas natural, según cifras de Enagás GTS.
El potencial, sin embargo, es mucho mayor. Tanto Sedigas como la Comisión Europea estiman que España podría alcanzar una producción anual de 163 TWh, lo que la situaría como el cuarto país europeo con mayor capacidad de generación de biometano.
El sector no pasa desapercibido para los inversores. De hecho, la Asociación Europea del Biogás coloca a España a la cabeza de los receptores de inversión privada en biometano en el continente, con 4.800 millones de euros previstos hasta 2030.