Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol.

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol. Repsol

Observatorio de la Energía

Repsol rebajará sus objetivos en hidrógeno y renovables pero mantendrá los de su negocio de petróleo y gas

La energética no entrará en el negocio de los centros de datos, pero sí ofertará contratos a largo plazo (PPA) híbridos gas y renovables gracias al ciclo de 800 MW en Escatrón (Zaragoza).

Más información: Repsol prevé dar entrada a un socio en 700 MW renovables en España antes de fin de año o principios de 2026

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Las claves

Repsol revisará su Plan Estratégico 2024-2027, extendiéndolo hasta 2028, para ajustar sus inversiones en hidrógeno y renovables, pero manteniendo sus metas en el negocio de petróleo y gas.

La empresa busca un socio para su cartera de energías renovables y planea reducir sus objetivos de capacidad instalada de hidrógeno verde, citando viabilidad económica y competitividad como desafíos.

Repsol mantendrá una estrategia prudente con el hidrógeno verde, priorizando su uso interno en plantas industriales y cuestionando su exportación masiva a corto plazo.

El consejero delegado de Repsol reafirma el compromiso con el negocio de oil & gas, con planes de producción en Alaska y un enfoque en proyectos con bajo perfil de emisiones.

Repsol prepara una revisión de su Plan Estratégico 2024-2027, que alargará hasta 2028, sobre varios pilares clave, como una política de retorno estable y atractiva al accionista y un balance que refuerce la rentabilidad y la disciplina financiera, con un enfoque en operaciones y activos de mayor valor

Además también tendrá en cuenta la adaptación al contexto de menores precios del crudo y la apuesta por la eficiencia operativa en sus centros industriales.

Así lo ha afirmado el consejero delegado de la energética, Josu Jon Imaz, durante la presentación de la cuenta de resultados de los primeros nueve meses del año. "En los últimos seis meses, hemos cambiado la dirección hacia un Capex (inversiones a largo plazo) más prudente", ha puntualizado.

Y entre los ajustes que se van a incorporar en este plan estratégico que presentará con detalle en marzo próximo, rebajará su ambición en proyectos de hidrógeno verde, además de buscar un socio para su cartera de energías renovables.

Sin embargo, ha confirmado que Repsol mantendrá su negocio de oil&gas centrado en la maximización de la eficiencia y la rentabilidad, sin plantear nuevas desinversiones relevantes en el corto plazo.

Rebajas para el hidrógeno

El consejero delegado de Repsol ha reiterado nuevamente que el hidrógeno verde todavía no es competitivo en términos de coste frente al hidrógeno gris producido a partir de gas natural, y que su expansión depende principalmente de las obligaciones regulatorias y de los incentivos públicos más que de una demanda de mercado real.

Ha señalado que Repsol está reduciendo y retrasando el ritmo de inversiones previstas en hidrógeno verde, fijando un nuevo objetivo de capacidad instalada de entre 600 y 700 megavatios para 2030, frente al plan original de 1,2 GW para esa fecha.

"Esto supone una reducción de la ambición en casi dos tercios del hidrógeno para dentro de cinco años", ha recalcado.

Imaz enfatizó que la competitividad del hidrógeno verde “no se basa en la competencia, sino en la regulación que obliga a unas cuotas, y en menor medida, en el respaldo de ayudas para su desarrollo”, subrayando que hoy el hidrógeno verde “es más caro que el producido con gas natural”.

Afirmó que la manera más eficiente de utilizar ese hidrógeno es internamente en plantas industriales y no enfocarse en exportarlo, mientras que la cancelación de proyectos específicos, como el de Puertollano, obedece a la falta de viabilidad técnica y económica del hidrógeno verde en el contexto actual.

Las declaraciones de Josu Jon Imaz reafirman el enfoque prudente de Repsol, que apuesta por utilizar hidrógeno verde en sus propias instalaciones cuando la regulación lo exige, pero cuestiona su viabilidad económica a gran escala y rechaza una estrategia de exportación masiva en el corto plazo.

PPA para centros de datos

También ha destacado que la cartera de 700 MW renovables de Repsol en España incluye muy buenos PPA (power purchase agreements), con una equilibrada combinación de eólica y solar. Considera muy atractivos estos activos para inversores, especialmente como una buena oferta para los centros de datos que se quieren instalar en España.

"No vemos interesante participar en el negocio de los centros de datos, pero nuestra oferta con los contratos a largo plazo (PPA) es gracias a la inversión en renovables y el respaldo del gas, que se articulan como herramientas complementarias", ha dicho Imaz.

En concreto, en Escatrón (Zaragoza), Repsol posee uno de los proyectos híbridos más ambiciosos de Europa. Consiste en la integración de la central de ciclo combinado de gas (818 MW) con quince parques eólicos (805 MW) adquiridos a Forestalia, sumando así más de 1.600 MW conectados al mismo punto de la red eléctrica.

"Es una combinación muy interesante para ofrecer energía constante y estable a los centros de datos y además, con el acceso a suministro de agua -le cruza el río Ebro-, necesario para refrigeración de estos centros digitales", ha asegurado.

La combinación gas-renovables permite a Repsol mantener contratos de energía asegurados y cumplir con exigencias de calidad y estabilidad, especialmente en sectores críticos o con demanda 24/7, como el digital y el industrial.

También en el Complejo industrial de Cartagena está avanzando en la integración de energía renovable para alimentar su refinería y química, mientras utiliza los ciclos combinados de gas como flexibilidad y respaldo ante picos de demanda o baja generación renovable.

Negocio de Oil & Gas

Por último, el máximo ejecutivo de la compañía mantiene sus objetivos en el negocio del petróleo y gas. "Nuestra previsión es que empecemos a producir en Alaska, en el yacimiento de Pikachu, a principios de 2026, está muy cerca de monetizarse, y no tengo ningún apetito por deshacerme de ningún activo"

Así que Repsol mantendrá y potenciará los activos rentables, priorizando el valor sobre el volumen, e invertirá solo en proyectos con atractivo técnico y bajo perfil de emisiones, y mantener la disciplina operacional en exploración y producción.​

En definitiva, Repsol apuesta por consolidar y fortalecer su presencia en el negocio tradicional de oil & gas, ajustando el crecimiento a criterios de excelencia en costes y sostenibilidad, en paralelo al impulso de nuevos negocios energéticos.