Terminal GNL en Zeebrugge.

Terminal GNL en Zeebrugge. Sacyr

Observatorio de la Energía

Cómo romper contratos de GNL ruso de las gasistas europeas: la UE ofrece nuevos suministros y dar legalidad a la "fuerza mayor"

España, Países Bajos y Francia siguen siendo grandes importadores de gas natural licuado ruso, por acuerdos de compra a largo plazo de sus gasistas.

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El nuevo giro de guion de la Comisión Europea de adelantar un año (al 1 de enero de 2027) el fin de las importaciones de GNL (gas natural licuado) ruso al Viejo Continente, tras la presión de Donald Trump, no ha puesto aún nervioso al sector gasista español.

"Todavía falta que se pongan de acuerdo todos los países miembros, luego ya se verá", señalan a EL ESPAÑOL-Invertia, aunque todo apunta a que lo conseguirán.

"Bruselas incluye en el 19º paquete de sanciones solo la prohibición de importar GNL (por barco), pero no sanciona que llegue por gasoducto, al necesitar unanimidad de los estados miembros", señalan fuentes del sector gasista europeo a este diario. 

"Si incluyera el gas por gasoducto, Eslovaquia y Hungría no lo aprobarían, porque no pueden importar GNL ruso al no tener litoral, pero sí necesitan su gas por tubo". Así que hay muchas papeletas de que se aprueben las sanciones, lo que será un quebradero de cabeza para las empresas europeas que aún tienen contratos a largo plazo de compra de gas ruso por barco.

En concreto, energéticas como TotalEnergies (Francia), Fluxys (Bélgica), o Naturgy (España) los firmaron antes de la invasión de Ucrania. Y el problema son las consecuencias legales de romper esos contratos. Por eso, Bruselas asegura que compensará la pérdida con ahorros energéticos y un suministro diverso, además de cobertura legal para invocar la 'fuerza mayor'.

"Las sanciones proporcionan una base jurídica más sólida para invocar fuerza mayor", pero la propuesta de la Comisión de prohibir los contratos de suministro existentes mediante un proceso legislativo "sigue sin probarse", señalan analistas de ICIS (Independent Commodity Intelligence Services).

Para las fuentes del sector gasista europeo, "la seguridad jurídica absoluta no existe, pero en los contratos bilaterales, en muchas ocasiones, se incluyen cláusulas donde se especifica fuerza mayor por motivos regulatorios que hagan imposible el suministro o lo afecte de manera importante".

extracto de un contrato bilateral a largo plazo de compra de gas natural

extracto de un contrato bilateral a largo plazo de compra de gas natural Anónimo

"Incluso, algunas veces, se incluye una cláusula para obligar a las empresas a mostrar públicamente su oposición para que se acepte por la otra parte la fuerza mayor".

Y una vez que se rompe el contrato, "se dejan abiertas otras alternativa, como por ejemplo, se sigue comerciando con un tercer país por medio, negociando de nuevo el precio, e incluso vender el contrato tal cual a un tercero... ¿a una gasista china?".

Dependencia del gas ruso

"La prohibición propuesta se produce tras las sanciones de la UE sobre los transbordos de GNL ruso a través del bloque de marzo pasado. España, Países Bajos, Bélgica y Francia siguen siendo grandes importadores de GNL ruso, gracias a los acuerdos de compra a largo plazo del proyecto de Yamal LNG del gigante energético ruso Novatek", aseguran los expertos de ICIS.

El anuncio es "parte de un plan más amplio de la UE para poner fin a las importaciones de combustibles antes de 2028, presentado en junio". Y aunque se sabía que el objetivo era cerrar el comercio con los rusos, la sorpresa ha sido que lo quieren adelantar un año.

Naturgy tiene firmado con Yamal LNG un contrato a largo plazo por 3,4 bcm anuales, que representa alrededor del 17% de su abastecimiento global. Y TotalEnergies, la única empresa de la UE que posee una participación del 20% en el proyecto de Yamal GNL, declinó hacer comentarios al ser contactada por ICIS.

Rusia suministró algo más de 10 millones de toneladas de GNL a Europa entre enero y agosto de este año desde la planta de Yamal, según datos de ICIS, así que la prohibición obligaría a Rusia a buscar nuevos mercados para el GNL que ha estado vendiendo a Europa.

Podrían encontrar un mercado en Asia, pero la distancia adicional de envío incrementaría los costos y los desafíos logísticos para las gasistas de Putin, aseguran desde la consultora internacional con sede en Londres.

El mercado de GNL, que en los últimos años ha rondado los 400 millones de toneladas anuales, podría crecer casi una cuarta parte en los próximos dos años, hasta alcanzar alrededor de 500 millones de toneladas anuales, principalmente gracias a las incorporaciones en EEUU y Qatar.

Efecto en el precio del gas

"Se requiere un análisis más profundo sobre cómo la planta de Yamal GNL, la principal fuente de GNL ruso para la UE, colocaría volúmenes en el mercado global en medio de las sanciones al transporte marítimo y al transbordo de la UE", añaden.

La producción mundial de GNL aumentará considerablemente en los próximos años e ICIS pronostica un claro exceso de oferta para 2028-2029.

El mercado ya ha experimentado importantes incorporaciones este año, incluyendo la planta estadounidense de Plaquemines, de más de 20 millones de toneladas anuales, y la planta de Canada LNG, de 14 millones de toneladas anuales.

A estas les seguirán el próximo año el proyecto estadounidense Golden Pass, de 15 millones de toneladas anuales, y el desarrollo de North Field East, de 32 millones de toneladas anuales, en Qatar, concluyen.

RePowerEU.

Las propuestas de RePowerEU (plan estratégico de la Unión Europea para reducir rápidamente la dependencia de los combustibles fósiles rusos) exigen que el suministro de gasoductos rusos y GNL bajo los contratos spot existentes finalice el 17 de junio de 2026, pero ofrecen una excepción para los contratos spot "que sirven para abastecer a países sin litoral afectados por cambios en las rutas de suministro de gas ruso y que están vinculados a contratos a largo plazo".

Estos contratos spot específicos deberán finalizar junto con todos los contratos a largo plazo existentes el 1 de enero de 2028. Para esta propuesta legislativa solo se necesita contar con el apoyo de la mayoría de los 27 países de la UE.