
Breatriz Corredor, presidenta de Redeia.
Corredor se arma para el examen accionarial de Redeia con el contrainforme del apagón que rebate al Gobierno
Se someterá al juicio de BlackRock, Pontegadea, gestoras y minoritarios el 30 de junio, en una junta decisiva tras semanas de peticiones de dimisión.
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Beatriz Corredor ha salido al paso justo antes del examen de los accionistas de Redeia, presentando un contrainforme sobre el apagón que cuestiona las críticas del Gobierno.
El operador del sistema ha presentado públicamente su propio análisis un día después de que el Ejecutivo señalase responsabilidades compartidas en el cero nacional y en la antesala de su asamblea anual, que se celebrará el 30 de junio.
Será una cita especialmente relevante, ya que medirá el respaldo de los inversores a la gestión de Beatriz Corredor y Roberto García -la presidenta y el CEO de Redeia- tras semanas de presión política, controversia mediática y peticiones de dimisión.
Aunque para Redeia es de carácter obligado elaborar un informe técnico de lo ocurrido el 28 de abril, no lo es la presentación pública de sus conclusiones. El momento escogido para hacerlo, un día después del análisis del Gobierno y a una semana de que los accionistas voten, tampoco lo es.
Más allá del 20% controlado por la SEPI (la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, dependiente del Gobierno), Redeia cuenta con accionistas privados de peso que podrán votar ese día.
Entre ellos destacan el gigante financiero estadounidense BlackRock y Pontegadea, el vehículo inversor de Amancio Ortega, con aproximadamente un 5% del capital cada uno.
El resto del accionariado se reparte entre inversores institucionales nacionales e internacionales (como Storebrand o Amundi, entre muchos otros) que concentran cerca del 58% en participaciones individuales inferiores al 1%.
Un 11,7% está en manos de accionistas minoritarios, mientras que el 0,13% restante pertenece a miembros del consejo de administración y autocartera.
En conjunto, más del 40% del capital de Redeia está en manos de inversores españoles (incluidos SEPI y Pontegadea), mientras que el restante se reparte entre inversores internacionales, con Estados Unidos y Reino Unido a la cabeza.
Ambos países concentran cerca del 27% de las acciones y son conocidos por su alta exigencia en materia de gobierno corporativo.
En la junta, el grupo someterá a votación la gestión desarrollada por el consejo de administración de Redeia en 2024 y su remuneración para 2025.
También se someterá a escrutinio la remodelación del consejo: con la entrada de Natalia Fabra (asesora habitual del Ministerio de Transición Ecológica), Albert Castellanos Maduell (vinculado a ERC) y Arancha González (exministra de Asuntos Exteriores del primer Gobierno de Pedro Sánchez).
A diferencia de años anteriores, la asamblea se celebrará de forma exclusivamente telemática. Es decir, sin presencia física de los accionistas ni de sus representantes.
La 'defensa' de Redeia
El contrainforme presentado por Redeia este miércoles protege su gestión al rebatir las conclusiones del informe difundido por el Gobierno este martes, quien atribuye parte de la responsabilidad de la caída del sistema a una mala programación de la red el 27 de abril.
El día previo al apagón, Red Eléctrica de España (Redeia) programó 10 centrales convencionales para controlar la tensión el día 28: tres centrales nucleares y siete plantas de gas.
Sin embargo, a las 19:47 horas de ese mismo domingo, una de las plantas de gas se declaró indisponible por una avería y el operador decidió no sustituirla en las horas centrales del 28 de abril. No había habido tan pocas centrales síncronas en todo el año.
Su informe sobre el apagón cuestiona las conclusiones que el Gobierno ha compartido el martes en su análisis, en las que apunta a la mala programación del sistema que se hizo el 27 de abril (un día antes del apagón).
El día previo al apagón Red Eléctrica de España (Redeia) programó 10 centrales convencionales para controlar la tensión el día 28 (tres centrales nucleares y siete plantas de gas)
Pero a las 19:47 horas de ese mismo domingo una de las plantas de gas se declaró indisponible por una avería y el operador decidió no sustituirla en las horas centrales del 28 de abril. Esto dejó al sistema con el menor número de centrales síncronas operativas en todo el año.
Según el contrainforme de Redeia los cálculos que hizo para tomar la decisión de no sustituir la planta averiada fueron correctos. Asegura que sus simulaciones demuestran que, si las eléctricas hubieran cumplido con sus obligaciones de control de tensión, el sistema no habría colapsado.
Las firmas de análisis, que ya han emitido algunas de sus valoraciones sobre los informes, enfrían por el momento el riesgo inmediato para Redeia, pero anticipa un proceso judicial complejo y de larga duración.
Según los analistas, habrá que esperar al informe de ENTSO-E (la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad) y a las posibles responsabilidades que establezca la CNMC o, en última instancia, los tribunales. Mientras tanto, Redeia afronta su primera rendición de cuentas ante los accionistas desde el gran apagón.