Las firmas financieras enfrían el riesgo inmediato para Redeia -el grupo que integra a Red Eléctrica de España (REE)- tras los últimos informes sobre el apagón, aunque anticipan una batalla legal compleja y de largo recorrido.
Pese a las discrepancias entre el análisis del Gobierno y el del operador del sistema, los analistas coinciden en que la responsabilidad parece haberse diluido al extenderse también a las compañías eléctricas.
Desde Jefferies califican el documento presentado por Redeia como "ligeramente positivo para Redeia", al considerar que "proporciona una defensa basada en hechos frente a las críticas del Gobierno".
El día previo al apagón REE programó 10 centrales convencionales para controlar la tensión el día 28. Pero a las 20:00 horas de ese mismo domingo una de ellas se declaró indisponible y el operador decidió no sustituirla en las horas centrales del 28 de abril. No había habido tan pocas centrales síncronas en todo el año.
Si bien el Ejecutivo ve en esta actuación una "mala programación", REE defiende que sus cálculos fueron correctos. Asegura que sus simulaciones demuestran que, si las eléctricas hubieran cumplido con sus obligaciones de control de tensión -algo en lo que coinciden tanto su informe como el del Gobierno-, el sistema no habría colapsado.
Además, Red Eléctrica sitúa el origen de las oscilaciones en una planta fotovoltaica de Badajoz y señala que la desconexión indebida de varias instalaciones de generación también contribuyó al apagón.
Jefferies anticipa, no obstante, que “los intercambios de documentación por parte de las empresas generadoras” continuarán “mientras defienden sus posturas”.
De hecho, las eléctricas respondieron apenas unas horas después de la comparecencia de Redeia. A través de Aelec -la patronal que agrupa a Iberdrola y Endesa- y también de forma individual, negaron cualquier fallo por su parte: “Las centrales gestionadas por nuestras empresas asociadas operaron con total normalidad durante la jornada del 28 de abril”, afirmaron.
En este sentido, desde Bankinter anticipan una batalla judicial "compleja" y "larga". "Dependiendo de quién se determine que tuvo la culpa, las indemnizaciones correrán a cargo de unas empresas u otras o, en todo caso, de las aseguradoras que tengan contratadas", dicen sus análisis.
El banco cree que el informe del Gobierno es, "en principio", una buena noticia para Redeia, ya que "no aparece como única responsable del apagón". No obstante, recuerda que "el documento no tiene validez legal y no es una resolución final".
Reclamaciones
Para UBS, ambos informes confirman su opinión inicial de que "el apagón fue resultado de una secuencia de eventos que dificulta en extremo la atribución clara de responsabilidad a una sola parte".
Según el banco de inversión, "el mercado ha centrado su atención en Redeia ante la posibilidad de enfrentar reclamaciones significativas por daños" pero creen que "esa posibilidad parece haberse reducido con los informes preliminares".
Esto se traduce en una "pérdida de valor relativa de 1.100 millones de euros", "lo que sugiere que el mercado está descontando una posible responsabilidad para Redeia de ese importe". Para UBS "esa cifra es significativamente superior al impacto estimado de unos 200 millones sobre la economía española, según el ministro de Economía".
Cabe recordar, no obstante, que las primeras estimaciones de la gran industria apuntan a daños podrían superar los 1.000 millones de euros. No obstante, todavía no hay cifras oficiales y las reclamaciones siguen en curso.
Desde Sabadell comparten que el análisis del Gobierno es una buena noticia, sobre todo, para Redeia. Pero "aunque el gobierno quiera diluir la culpa entre operador del sistema y generadoras (grandes eléctricas)", estas últimas "tampoco se vieron muy afectadas en sus cotizaciones por posibles responsabilidades".
Según los analistas habrá que "esperar al informe de ENTSO-E (Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad)" y "las responsabilidades concretas que dicte la CNMC o la vía judicial que se pudiera finalmente abrir".