Hace unos días saltaba la alarma cuando el consejero delegado de la compañía, Roy Harvey, advertía de la toma de "decisiones difíciles" respecto al futuro de la planta porque los recursos con los que se ha venido financiando "están cerca de sus límites".

Y el primer paso ya lo ha dado retrasando el arranque de las cubas necesarias para que en abril la fábrica esté operativa. Aunque trasladó el viernes a los trabajadores su compromiso de empezar el próximo lunes 29 de enero, lo cierto es que tenía que haberlo hecho a principios de enero.

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"Alcoa no solo no ha puesto en marcha las cubas de electrolisis, tampoco ha cumplido ni con una tercera parte de las inversiones prometidas hace dos años", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Francisco Méndez, responsable de Estrategias Industriales de CCOO de Industria de Galicia.

"De hecho, ha desmontado el horno de cocción que había, y no lo ha reemplazado por otro horno que necesita unas inversiones de 109 millones de euros cuando debería haberlo hecho, esto es, hace un mes", continúa. 

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Y de la falta de inversiones a advertir de los altos costes energéticos. Era la crónica de una muerte anunciada. Hace un año ya se advertía de que el tapón que estaban sufriendo los parques eólicos podría poner en peligro la viabilidad futura de Alcoa en Cervo.

Promotores como Endesa, Greenalia e, incluso, Capital Energy o EDP, habían llegado a acuerdos con PPAs (power purchase agreement o contratos bilaterales a largo plazo) para proporcionar energía renovable y con precios estables en un plazo relativamente corto. "La paralización de las autorizaciones administrativas han traído como consecuencia este problema", han señalado otras fuentes sindicales.

Alcoa en España

Las desinversiones en España de la tercera productora de aluminio más grande del mundo han sido constantes en los últimos años. En 2019 cerraba sus fábricas de Avilés y La Coruña. "Alcoa busca que el Gobierno subvencione la producción de la fábrica y que pague las inversiones de la de Lugo", continúa el responsable del sindicato.

Sin embargo, en su opinión, hay muchas posibilidades de que esta planta pueda durar muchas décadas. "Igual hay que entrar con inversores serios junto con un plan parecido a lo que ha hecho el Gobierno italiano de Georgia Melonni, nacionalizando la planta que tiene allí ArcelorMittal".

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"San Cibrao solo necesita medidas de eficiencia energética, darle una vuelta al negocio para crear nuevas líneas de producción, como refinar galio, una materia prima esencial en la transición energética de Europa y un plan de exportación de aluminio, y dejar de funcionar con tecnología de hace 50 años".

La producción de aluminio primario es considerada estratégica. Desempeña un papel básico en infinidad de sectores industriales, desde envases o automóviles hasta tecnologías de transición bajas en carbono como infraestructuras eléctricas, paneles solares y aerogeneradores. Es por eso por lo que su demanda crecerá enormemente de aquí al 2050.

Según Fortune Business Insight, el tamaño del mercado mundial del aluminio se valoró en más de 262.000 millones de dólares en 2022 y se prevé que crezca hasta casi los 394.000 millones de dólares en 2032, un crecimiento anual del 6,2%.

El caso de Australia

"El modo de proceder de Alcoa en España es muy similar a lo que han hecho en otros países, como en Australia", explica Francisco Méndez.

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Hace unos años, la compañía se había comprometido con el Gobierno del país a implementar en la planta de Alcoa en Pinjarra, situada al sur de Perth (la cuarta ciudad más poblada de Australia), más "procesos respetuosos con el medioambiente".

Sin embargo, hace unos días vicepresidente ejecutivo y director de operaciones de Alcoa, Matt Reed, anunció su cierre basándose en la antigüedad, la escala, los costes operativos y los grados actuales de bauxita que se procesan en Kwinana.

La planta emplea la "mayor parte" de la fuerza laboral de la zona y costará a la economía de Perth alrededor de 650 millones de dólares al año.

"Es su modus operandi: si no cumplen con sus compromisos, el Gobierno español y el gallego deberían tomar medidas drásticas, primero exigiendo que devuelva todo el dinero que debe Alcoa en inversiones no hechas, en las indemnizaciones de los trabajadores y en la reestructuración ambiental de las lagunas", concluye el responsable de CCOO de Industria en Galicia.

Reunión tripartita

El viernes pasado, el Ministerio de Industria convocó a la compañía a una reunión con el comité de empresa de San Cibrao y representantes de la administración central y gallega.

Por parte de Alcoa se dijo que "la energización de las cubas se va a hacer el lunes 29 de enero y las cubas estarán en funcionamiento el 1 de abril para que se cumpla el acuerdo de viabilidad". Todo pese a que esa decisión "va en contra de defender los intereses del grupo".

El Gobierno nacional ha dicho que está dispuesto a poner todo lo que están en sus manos e ir de la mano de la Xunta, pero la empresa "debe presentar un calendario con concreciones para poder trabajar en soluciones".

La multinacional, que ha negado haber incumplido el acuerdo pactado con la representación de los trabajadores, se ha comprometido también a explorar todas las vías posibles para aliviar la situación en San Cibrao y ha hecho un llamamiento a "trabajar de manera conjunta" con todas las partes interesadas para encontrar una solución al conflicto.