El proyecto consiste en diseñar, financiar, construir y explotar una planta desalinizadora de agua de mar durante un periodo de 30 años (3 años de construcción y 27 años de explotación), con una capacidad de 548.000 m3 diarios (200 millones de m3 anuales), ampliable a 822.000 m3 diarios de agua tratada (300 millones de m3 anuales), incluidas las obras de toma y descarga de agua de mar y su alimentación eléctrica, principalmente a partir de fuentes de energía renovables.

Para ello, Acciona trabajará en conjunto con el grupo marroquí Afriquia Gas y la empresa marroquí Verde de África. Se trata de la mayor desalinizadora de África con una inversión de 800 millones de euros, que responde a las necesidades de agua potable de una región de alrededor de siete millones de habitantes y garantiza el riego de más de 5.000 hectáreas.

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La adjudicación del contrato de construcción y explotación de esta estación estaba prevista inicialmente para el pasado mes de mayo y luego para agosto. Finalmente, se selló el pasado viernes 17 de noviembre.

El documento que se publicó en Rabat para concurrir también especifica que el proyecto consta de tres subcomponentes: las estructuras de toma y descarga de agua de mar, la planta desalinizadora, y el suministro de energía renovable mediante soluciones de autoproducción (solar, eólica u otras) o compra a uno o varios promotores locales.

El proyecto se financiará mediante una asociación público - privada para reforzar y garantizar el suministro de agua potable a una parte de la región de Casablanca-Settat, así como proporcionar agua para el riego.

Ante el estrés hídrico crónico que sufre Marruecos, la desalinización del agua de mar se impone como una necesidad y está en el centro de las estrategias prioritarias del gobierno. Así, el Estado marroquí se ha encargado de adquirir los terrenos necesarios para la construcción de las instalaciones.

Junio de 2026

El emplazamiento elegido, dividido en tres zonas, está situado al sur de Casablanca, cerca del centro de Bir Jdid, a 40 kilómetros de Casablanca, 50 kilómetros de El Jadida y 65 kilómetros de Settat, en un terreno de 50 hectáreas accesible y abierto a la costa.

La primera fase del proyecto debería entrar en funcionamiento en junio de 2026 y la segunda en 2030; y las obras tendrían que comenzar antes de finales de año, según la previsión anunciada por el ministro de Instraestructuras y Agua, Nizar Baraka.

En la selección del adjudicatario del proyecto ha primado el coste. Acciona, seleccionado durante la fase de precalificación por la Oficina Nacional de Electricidad y del Agua (ONEE) marroquí, tuvo que presentar una oferta técnica y financiera para garantizar el menor coste posible por metro cuadrado, sin recurrir a subvenciones estatales, y con el proyecto alimentado principalmente por energías renovables.

Este megaproyecto ha suscitado el interés de los grandes de la industria internacional. Varias empresas han aspirado a hacerse con el contrato, compitiendo con Acciona, como la francesa Engie, la japonesa Mitsui, la china CCCC y la española CoxAbengoa, que puso en marcha la planta de Chtouka, cerca de Agadir.

Oportunidades de inversión

Precisamente, el grupo Abengoa anunció en un comunicado el 27 de junio de 2022 que había presentado a la ONEE toda la documentación necesaria para obtener la precalificación en consorcio con la francesa Engie, una de las principales compañías energéticas del mundo.

Acciona ha participado en más de 70 proyectos de infraestructuras en Marruecos. Entre otros, en la construcción del complejo termosolar Noor Ouarzazate I o en la presa de Al Whada, situada en la provincia de Uezán (Ouezzane, en francés) y una de las principales del país magrebí.

Realmente, el país vecino supone un valor estratégico para las empresas españolas y una oportunidad de inversión. Durante la Reunión de Alto Nivel (RAN) en febrero de 2023, Marruecos y España demostraron su voluntad de reforzar esta asociación con la firma de una veintena de memorandos de entendimiento en diversos ámbitos y un protocolo financiero de 800 millones de euros para facilitar las inversiones españolas en el país magrebí.

De hecho, España es desde hace más de una década el principal socio comercial de Marruecos con un flujo de 19.000 millones de euros en 2022, pero aspira a colocarse entre los primeros puestos de inversores extranjeros, no solo en la desalación del agua del mar, sino también en el ámbito ferroviario.

Precisamente, el 13 de noviembre, la Oficina Nacional de Ferrocarriles (ONCF) marroquí lanzó un concurso para adquirir 168 trenes, en el que están interesadas las compañías españolas Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) y Talgo.