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Observatorio de la Energía

Consumir energía eligiendo cuándo: los hogares europeos podrían ahorrar hasta un 7% en sus facturas de la luz

Desarrollar la 'flexibilidad de la demanda' podría evitar 40 millones de Tn de CO2 en 2030, más que la huella climática interna de Dinamarca.

11 noviembre, 2023 02:55

El despliegue de tecnologías de flexibilidad del lado de la demanda en Europa y Reino Unido puede lograr un ahorro anual de costes sociales de 10.500 millones de euros para 2030, y un ahorro del 7% en las facturas de electricidad de los hogares de aquí a 2030 y un 10% de aquí a 2050.

Esa es la principal conclusión de un nuevo estudio realizado por Danfoss, 'Eficiencia energética 2.0: Ingeniería del sistema energético del futuro', una empresa danesa especializada en eficiencia energética. En su análisis, demuestra que un despliegue ambicioso, pero realista, de estas tecnologías podría también evitar 40 millones de toneladas de emisiones de CO2 al año en 2030, más que la huella climática interna de Dinamarca.

La flexibilidad de la demanda se basa en buscar instrumentos que nivelen el consumo de energía para evitar picos de alta demanda y baja oferta, lo que es especialmente importante para un sistema energético basado en energías renovables.

[La eficiencia energética al rescate de los 'súper': Danfoss asegura que se puede ahorrar un 50% en la factura de la luz]

Y es necesario si la Unión Europea quiere cumplir con sus objetivos para 2030 y 2050. El paquete 'Fit for 55' prevé reducir las emisiones de la UE en al menos un 55% de aquí a 2030. Además, ambiciona una reducción del 11,7% del consumo final de energía (cantidad de energía que consumen los usuarios finales) a 2030, en comparación con lo que se preveía en 2020, y un objetivo del 42,5% de renovables.

En 2021, casi el 22% de la energía consumida en la UE procedía de fuentes renovables. El objetivo de la UE para 2030 casi duplicará la proporción de éstas en la UE.

No hay otra. Hay que pasar de un sistema de energía fósil a uno muy electrificado. Para Danfoss, si se alcanzan esos objetivos es posible reducir hasta un 40% del consumo de energía final, porque la electrificación es en sí misma una forma de eficiencia energética.

El informe pone algunos ejemplos. En el caso de los edificios, las tecnologías impulsadas por la inteligencia artificial (AI) pueden ahorrar hasta un 20% de los costes energéticos al combinar datos del inmueble, del clima y de los usuarios para predecir la demanda de calefacción y refrigeración.

Ejemplos de flexibilidad de la demanda

"Las observaciones realizadas en 100.000 pisos equipados con estas tecnologías de flexibilidad, principalmente en Finlandia, muestran que el consumo máximo de energía se redujo entre un 10 y un 30%", señala el informe.

Otro ejemplo, la técnica del "superenfriamiento" de los congeladores de los supermercados. Es un sistema que también se puede automatizar y consiste en poner una temperatura mucho más baja que la requerida fuera de las horas pico de demanda. Es decir, hacer funcionar a los congeladores como si fueran una batería que almacena energía. Los refrigeradores se pueden apagar durante las horas pico de demanda de energía, lo que reduce la tensión en la red y ahorra dinero al supermercado.

Desarrollar esas tecnologías de flexibilidad del lado de la demanda puede hacer que la red eléctrica sea más resiliente y reducir la necesidad de ayudas económicas a los consumidores.

Kim Fausing, presidente y director ejecutivo de Danfoss, ha dicho que "estamos saliendo de la era de los combustibles fósiles, pero no hemos preparado nuestro sistema energético para el futuro porque estamos descuidando la eficiencia energética como una de las principales herramientas para reducir las emisiones".

Gestionar la alta demanda

Las energías renovables deben ser el 70% del mix energético para 2050 si se quieren alcanzar los objetivos climáticos del Acuerdo de París. Sin embargo, el sistema energético aún no está preparado para gestionar los picos y valles de la demanda de energía o la generación pico y valle de las renovables.

El documento técnico de Danfoss presenta una forma rentable para prepararse de cara a ese futuro energético. Se centra en el despliegue de una electrificación a gran escala de la sociedad, medidas de flexibilidad de la demanda, un uso racional del hidrógeno y el almacenamiento y la maximización del uso del exceso de calor.

Y es que en 2030, hasta el 53% del aporte energético mundial se desperdiciará en forma de exceso de calor. Sin embargo, Danfoss propone que gran parte de este calor se capture y reutilice para calentar edificios y agua mediante una integración más profunda del sector.

A escala global, es teóricamente posible para 2050 recuperar 1.228 TWh de exceso de calor a partir del hidrógeno producido mediante electrólisis. Esto equivale a casi dos tercios de la generación mundial actual de calor a partir del carbón, la mayor fuente de calor. En la UE, en teoría, alrededor de 83 TWh del exceso de calor se podrían recuperar mediante electrólisis para 2030, suficiente para cubrir la calefacción doméstica actual de Alemania más de 1,5 veces.

En definitiva, en el futuro sistema energético, lo más eficiente y práctico será utilizar la energía en el momento adecuado. A día de hoy, nuestros hábitos y comportamientos marcan cuándo necesitamos la energía. Pero la naturaleza también decide cuándo brilla el sol y sopla el viento y no siempre estarán alineadas las dos acciones.