Sede de Repsol.

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Observatorio de la Energía

Repsol aprobará ‘proyecto a proyecto’ sus inversiones en España mientras no haya estabilidad regulatoria

Por el momento, queda en 'stand by' su electrolizador de 100 MW para hidrógeno verde y una planta industrial de combustible sintético.

31 octubre, 2023 02:33

Repsol ya ha advertido en varias ocasiones que la actual situación política y la presión fiscal tras los gravámenes extraordinarios a banca y energéticas está haciendo que se piensen sus inversiones en España.

Así que la compañía estudiará proyecto a proyecto cuando llegue el momento de tomar una decisión de inversión, conocida como presupuesto de capital o decisiones de gasto de capital (CFI, capital investment decision).

La decisión de presupuestar el capital puede definirse como la decisión de la empresa de invertir sus fondos en activos a largo plazo en previsión de un flujo esperado de beneficios a lo largo de varios años.

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Por el momento, ya se ha tomado la decisión de paralizar la inversión en el electrolizador de 100 MW que tenía previsto en el complejo petroquímico de Petronor en Bilbao. Y podría detenerse la planta industrial de combustible sintético prevista en el Puerto de Bilbao.

Esta decisión de dejar en stand by las dos inversiones descritas hasta contar con condiciones "estables y suficientemente atractivas para garantizar la rentabilidad de los proyectos" afecta en el País Vasco a una inversión de en torno a 200 millones de euros.

España vs EEUU

Según los analistas de Barclays Research, la ampliación del impuesto español a las ganancias extraordinarias de las empresas energéticas supone una amenaza para las inversiones de Repsol en España. En cambio, el entorno de Estados Unidos es mucho más atractivo.

Esta asignación de capital será un debate clave de la actualización de la estrategia de Repsol. La compañía también tiene que tener en cuenta el flujo de caja y el balance para hacer crecer el negocio, tanto el tradicional como de nuevas tecnologías.

Repsol fue clara al afirmar que la posible prórroga del impuesto temporal sobre las energéticas podría obstaculizar el avance de los proyectos industriales en España.

Tras demandar al Gobierno por el impuesto en febrero, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, reconoció que los procedimientos legales para ganar el caso podrían tardar entre uno y dos años o más, lo que inevitablemente tendrá un impacto negativo en las inversiones de la empresa en España, explican los analistas.

Inversiones previstas

Con todo, Barclays Research aumenta "su estimación de EPS (beneficio por acción) para el año fiscal 2023 en un 3% impulsado por el ritmo del tercer trimestre, también aumentamos nuestra estimación de CFFO (flujo de efectivo operativo) en un 5% de acuerdo con la guía".

Repsol se ha comprometido a invertir 2.550 millones de euros en proyectos para producir hidrógeno de aquí a 2030 a nivel global. Sin embargo, tras la amenaza de Josu Jon Imaz, es posible que mire a otras regiones para realizar estas inversiones.

Según su plan estratégico, la suma de inversiones que Repsol podría redirigir a otros países sería de unos 8.000 millones de euros hasta 2025. Aquí se incluirían no sólo sus planes en biogases, biometano o hidrógeno verde, sino también en tecnologías renovables.

En mayo del pasado año, se colocó la primera piedra de una planta demo de combustibles sintéticos en el Puerto de Bilbao, un proyecto que supone una inversión conjunta de 103 millones y en el que Petronor y Repsol cuentan con socios nacionales e internacionales como son Enagas, el Ente Vasco de la Energía (EVE) y Aramco.

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En principio, estaba previsto que esta planta de e-fuels esté concluida a finales de 2025 con una capacidad inicial de más de 2.100 toneladas anuales o unos 18.000 barriles.

Esta planta demo sigue adelante. Pero, posteriormente, se esperaba su escala industrial en el Puerto de Bilbao, una inversión que, de momento, queda paralizada.

La energética también ha valorado el objetivo común de una salida a bolsa para su negocio Upstream con su socio EIG.

El plazo previsto para el lanzamiento era finales de 2025. Sin embargo, la decisión dependerá de las condiciones del mercado en ese momento. Aún queda mucho trabajo por hacer antes, incluido aumentar la eficiencia general del negocio y garantizar reducciones notables en las emisiones de CO2 y metano.