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Observatorio de la Energía

Se abre una puerta para la entrada de gas ruso a Europa: Turquía dará suministro a Bulgaria sin saber su origen

El acuerdo se firmó en enero, pero no se ha hecho público hasta ahora, y Bruselas teme que permita a Rusia seguir vendiendo su gas a más países.

29 agosto, 2023 02:38

Turquía y Bulgaria han firmado un acuerdo para ampliar el suministro de gas del primer país al segundo. Esto está generando en Bruselas temores de que podría entrar más gas ruso en la UE, justo pese a que se intenta evitar a este tipo de importaciones con la aprobación de paquetes de sanciones a Rusia tras su invasión en Ucrania.

La Comisión Europea también está analizando el acuerdo para garantizar que no viole las normas de competencia de la UE. De hecho, está siguiendo el tema "muy de cerca" y que "en caso de indicios de incumplimiento, incluida una posible violación de las normas antimonopolio de la UE, la Comisión no dudará en tomar las medidas adecuadas", según adelanta POLITICO.

El acuerdo, firmado en enero, se está convirtiendo en un problema político para Bulgaria, por ser país miembro de la Unión Europea y ser tan dependiente del gas durante los meses invernales.

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Actualmente, tras un año de gobiernos interinos, la nueva Administración búlgara se ha formado por los dos principales actores políticos del país, el partido Continuamos el Cambio (su equivalente al PP) y Bulgaria Democrática (el equivalente al PSOE), además de un tercer partido minoritario GERB. Se repartirán la figura de Primer Ministro en los próximos 18 meses.

La coalición ha frenado la marcha de Bulgaria hacia el antiliberalismo de los gobiernos previos, pero no ha podido evitar la entrada en vigor del acuerdo, ya que se firmó en enero y el nuevo Gobierno se creó en junio.

Entonces, el objetivo era conseguir rebajar la preocupación por la seguridad del suministro, especialmente después de que Rusia suspendiera las exportaciones a Bulgaria el año pasado. La nueva Administración dice que el acuerdo no debería haberse firmado y ha abierto una investigación oficial, pero por ahora está vigente.

Interconexiones con Turquía

La empresa estatal búlgara de gas Bulgargaz puede importar a partir de ahora 1.850 millones de metros cúbicos de gas al año a través del punto fronterizo de interconexión Strandzha-Malkoclar con Turquía.

Esto equivale a un 60% de la demanda anual de Bulgaria. Bulgargaz tendrá que pagar una tarifa de servicio de 2.000 millones de euros a la empresa turca de gas Botaş durante un período de 13 años, independientemente de si hace uso de esta capacidad.

El acuerdo también otorga a Botaş acceso a los gasoductos búlgaros para vender gas a consumidores en Bulgaria, así como en países vecinos como Rumanía, pagando a Bulgargaz alrededor de 138 millones de euros en tarifas de tránsito.

El acuerdo parece que no infringe la ley antimonopolio de la UE. Aunque Bruselas dice que los derechos de transmisión a la infraestructura de gas deberían estar sujetos a un proceso de licitación competitivo si cruzan las fronteras de la UE, no se aplica a terceros países como Turquía.

Entra gas ruso a Europa

Pero la principal preocupación de Bruselas es que el acuerdo pueda ser una forma para que Rusia aumente sus envíos de gas a la UE. Antes de su ataque a Ucrania, Rusia representaba alrededor del 40% de las importaciones de gas del bloque; esa cifra ha caído al 8,4% en lo que va del año, ya que Gazprom ha puesto fin a acuerdos de exportación con muchos clientes de la UE.

El problema es que Bulgaria no tiene forma de saber el origen del gas turco, que podría proceder de Rusia, que está conectada con Turquía por el gasoducto TurkStream que pasa bajo el Mar Negro. Botaş importa gas por el gasoducto de Rusia, Irán y Azerbaiyán, así como gas natural licuado de fuentes globales.

El acuerdo podría "muy bien abrir la puerta para que el gas ruso" ingrese a la UE, dijo Aura Sabadus, analista sénior de la firma de inteligencia de mercado ICIS, según publica POLITICO.

Si bien la UE no ha sancionado el gas natural ruso, se ha fijado un objetivo para 2027 de poner fin a las importaciones desde Moscú, ocho años antes de que finalice el acuerdo con Bulgaria.

Comprar abiertamente gas a Rusia es políticamente tóxico para muchos países, pero las entregas opacas conllevan el mismo riesgo. El acuerdo búlgaro indica que la UE podría estar entrando en una "nueva era del comercio ruso", dijo Sabadus, donde los acuerdos energéticos de alto nivel con Moscú son reemplazados por importaciones indirectas.

Por tanto, Europa estará "monitoreando cuidadosamente la procedencia del gas importado", según fuentes de Bruselas.

Y respecto a las leyes antimonopolio, Bulgargaz asegura que "el requisito previo fundamental" para las licitaciones en virtud del acuerdo ha sido que "los orígenes del suministro deben provenir exclusivamente de naciones que no se vean afectadas por sanciones, embargos o limitaciones comerciales".