Se ha abierto la veda para desarrollar esta industria. Todos los países quieren liderar proyectos y los escandinavos tienen muchas papeletas de conseguirlo. De ahí que la embajada de Suecia en España convocara a los responsables del sector energético e industrial español a la jornada 'Green Hydrogen REPowers UE'.

"En España, estamos convencidos de que, como somos el país del sol, nuestra generación fotovoltaica va a permitir producir hidrógeno verde barato, pero los países nórdicos compiten con un agua mucho más barata que nuestro sol", explican fuentes del sector industrial que asistieron al evento.

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"Suecia, además, es una de las grandes potencias industriales de Europa, solo por detrás de Alemania, y ha hecho una clara apuesta por la descarbonización", continúan las mismas fuentes.

Suecia tiene un sector industrial fuerte, que alcanza un 34% sobre el PIB, según un estudio del Instituto de Estudios Económicos (IEE). Industrias de ingeniería, minería, acero y papel compiten internacionalmente, como lo demuestran empresas como Ericsson, ASEA/ABB, SKF, Alfa Laval, AGA y Dyno Nobel.

Acero verde

El hidrógeno verde se presenta como el candidato ideal para sustituir al gas natural en todos los procesos productivos, especialmente en el sector industrial, que necesita descarbonizarse y no puede ser con electricidad renovable.

"Para hacer acero se necesitan hierro y chatarra, además de carbono para el proceso", continúan las fuentes. "Y el embajador de Suecia ya ha dicho a las industrias acereras españolas que pueden ofrecerlas hierro 'verde', es decir, extraído con energías renovables, con lo que directamente obtendrían acero 'verde'".

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El país cuenta con las mayores reservas de mineral de hierro de Europa y excelentes recursos de energía renovable, dos requisitos previos principales para la producción de hidrógeno verde y acero crudo descarbonizado.

Así que si no se hace en España, lo puede hacer su propia industria. De hecho, Suecia ha demostrado que tiene potencial para convertirse en pionera en la producción de acero verde, dice Wood Mackenzie. Ha lanzado al menos dos iniciativas de HYBRIT y H2 Green Steel, por separado, con el objetivo de fabricar 10 Mt de acero bruto anualmente para 2030.

Fertilizantes descarbonizados

En el caso de fertilizantes, es una empresa española, Fertiberia, la que desarrolla el proyecto sobre territorio escandinavo. Según ha explicado su CEO, Javier Goñi, en el evento, "firmamos un acuerdo hace dos años con el gobierno de la región de Norrbotten (Suecia) para desarrollar la primera planta de amoniaco y fertilizantes 100% verdes y libre de emisiones en el mundo".

La planta requerirá una inversión superior a los 1.000 millones de euros y podría estar operativa en 2026. Basada en la tecnología de electrólisis, utilizará únicamente agua y aire como materias primas y será alimentada con energía renovable procedente de fuentes eólicas e hidroeléctricas.

A esta iniciativa se la conoce como 'Green Wolverine' y forma parte de la estrategia de descarbonización de Grupo Fertiberia. "Esta inversión aumentará la seguridad y la capacidad alimentaria de Suecia y de la UE", ha dicho Goñi. De hecho, Suecia no tiene producción autóctona e importa anualmente unas 600.000 toneladas.

La industria de los fertilizantes es esencial para satisfacer las necesidades actuales de producción de alimentos para la población mundial y el amoníaco verde como materia prima elimina las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Industria 'H2 ready'

El hidrógeno puede ser utilizado como combustible sustitutivo o combinado con el gas natural para la producción de calor y electricidad, eliminando por completo las emisiones asociadas a la cogeneración, una industria que podría transformarse de un día para otro. Es lo que se conoce como industria 'H2 ready'.

En otros sectores, como el refino, ya se está utilizando el hidrógeno, pero producido con combustibles fósiles, con lo que el cambio también sería inmediato.

"El problema del hidrógeno verde es que se está hablando mucho, hay mucho movimiento, salen fabricantes de electrolizadores como setas, las energéticas hacen anuncios milmillonarios, hay interés en los grandes fondos... pero se olvidan de algo muy importante: los clientes", añaden las mismas fuentes.

"Si la industria es el principal consumidor de hidrógeno verde, no se lo comprarán a no ser que tenga un precio competitivo respecto al gas natural. Hace dos años, se hablaba de que tendría un precio tres veces superior (unos 50 euros/MWh) y últimamente va subiendo. Hay cierta desesperanza porque se pueda hacer la transición".

Así que "o hay ayudas públicas al hidrógeno con una subvención, pero no al CAPEX, sino al OPEX, lo que se conoce como una prima, o no salen las cuentas. Y si el precio es muy elevado, vamos a ver quién se atreve a asumir un coste energético más elevado en aras de la descarbonización para después echar la persiana porque tus competidores venden más baratos sus productos".

Los planes de España son muy ambiciosos, se espera que la gran capacidad de generación renovable convierta al país en un hub mundial del hidrógeno verde, "pero no nos vengamos arriba, que el resto de países europeos también están haciendo lo mismo. Y Suecia nos lleva ventaja en precios eléctricos baratos", concluyen las fuentes.