El diluvio de importaciones de GNL (gas natural licuado) que está llegando a nuestras costas por barcos metaneros tiene mucho que ver, pero también la capacidad de regasificación del país, unas temperaturas anormalmente altas y los almacenes de gas a más del 90% de su capacidad.

España está preparada para abastecer de gas al resto de países europeos que no disfrutan de un marco tan ventajoso, pero la falta de interconexiones gasistas lo impide. De ahí que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se siente este jueves con su homólogo francés, Emmanuel Macron, para presionar y desbloquear la finalización del Midcat. Mientras tanto, la opción de construir un gasoducto que una España con Italia está tomando fuerza.

Aluvión de barcos metaneros

De hecho, hay más de 35 buques cargados de GNL a la deriva frente a España y alrededor del Mediterráneo, según publica Reuters, con al menos ocho buques anclados solo en la Bahía de Cádiz.

Decenas de barcos que transportan gas natural licuado (GNL) dando vueltas frente a las costas de España, incapaces de asegurar espacios para descargar. Enagás, el operador de la red, ha advertido que es posible que deban suspender la carga para hacer frente a esta "situación excepcional".

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Si la acumulación no se elimina pronto, esos barcos pueden comenzar a buscar puertos alternativos fuera de Europa para descargar su carga.

El espacio que queda en las terminales de regasificación para cargamentos esta semana supone menos de una quinta parte de la cantidad de barcos que hacen cola frente a sus costas. 

En el comunicado emitido a última hora del pasado lunes, Enagás advertía de que podría tener que rechazar descargas de GNL debido a un exceso de capacidad en sus terminales. Y que, además, se esperaba que los altos niveles de ocupación en las plantas de regasificación del país se mantuvieran al menos hasta la primera semana de noviembre.

"Esta situación no es un hecho aislado en el sistema gasista español, también se está produciendo en otros países de nuestro entorno", dijo Enagás, sin especificar más.

Impulsar el corredor mediterráneo

En un escenario de posible futura escasez de gas, con la llegada del invierno, hay que buscar una solución para evitar que los barcos metaneros busquen otros horizontes donde descargar su mercancía. 

Por eso, según Bloomberg, el consejero delegado de Enagás, Gonzalo Arturo Aizpiri, ha dicho que está considerando vender activos para financiar la nueva infraestructura europea necesaria en un momento en que la región busca reducir la dependencia del gas ruso.

Enagás podría vender su participación del 30% en la estadounidense Tallgrass Energy.

Es una propuesta que ya adelantó en la presentación del Plan Estratégico 2022-2030 de la compañía. Este plan inversor ponía el foco en España y Europa para garantizar la seguridad de suministro con tres posibles proyectos: el gasoducto submarino entre España e Italia, la tercera conexión con Francia por los Pirineos y una tercera conexión con Portugal.

Por eso, la empresa española está lista para contribuir a la financiación de las oportunidades de crecimiento de Tallgrass, ya que Estados Unidos se ha convertido en un proveedor crucial de gas natural licuado (GNL) para Europa.

La opción de construir un gasoducto que una España con Italia está tomando fuerza, aunque inicialmente ya se ha puesto en marcha un corredor mediterráneo para transportar por barco el gas natural licuado desde una regasificadora de Barcelona hasta otra en Livorno, una población italiana que estaría a unos 800 kilómetros en línea recta por el mar.

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De hecho, el ‘puente marítimo’ entre ambos países con pequeños barcos metaneros multiplica por 14 las exportaciones españolas en agosto y coloca a Italia como principal destino de la reventa de gas.