"Necesitamos estas fuentes alternativas para eliminar nuestra dependencia del gas ruso". La comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, ha protagonizado este martes un último intento de salvar en la Eurocámara la etiqueta verde para las inversiones en energía nuclear y el gas, al mismo nivel que las renovables, apelando al "realismo" y al "pragmatismo" a la hora de llevar a cabo la transición energética.

El Parlamento Europeo votará este miércoles si tumba la propuesta de Bruselas de incluir la nuclear y el gas en la lista de inversiones verdes de la UE (o taxonomía en jerga bruselense). Los comités de Asuntos Económicos y Medio Ambiente ya se han pronunciado en contra, pero la decisión final corresponde al pleno.

Si una mayoría absoluta de eurodiputados (353 de los 705) se opone al plan de la Comisión, ésta deberá retirarlo o modificarlo. El resultado se prevé muy ajustado y el propio Ejecutivo comunitario teme una derrota.

[La Comisión Europea clasificará como ‘verde’ la inversión en centrales nucleares]

A favor de la propuesta de Bruselas están los liberales y el grupo de derecha radical Conservadores y Reformistas Europeos. El Partido Popular Europeo está dividido según líneas nacionales, aunque una mayoría apoya dar la etiqueta verde a la nuclear y el gas. Por su parte, socialistas, verdes e izquierda radical lo rechazan.

En cuanto a la energía nuclear, sus detractores alegan que, aunque no emite CO2, genera residuos peligrosos imposibles de eliminar. También se escudan en el riesgo de accidentes como los de Chernóbil o Fukushima. Por lo que se refiere al gas, denuncian que se trata de un combustible fósil contaminante y que su inclusión en la taxonomía verde reforzará todavía más a Vladímir Putin.

El portavoz de Ciudadanos, Luis Garicano, durante el debate de este martes en la Eurocámara Parlamento Europeo

"Aunque esta propuesta se elaboró antes de la invasión ilegal de Ucrania por Rusia, en realidad nos ayuda a buscar fuentes alternativas de gas, incluyendo el gas natural licuado (GNL), de nuestros socios internacionales. Envía la señal de que apoyamos la inversión en infraestructuras de gas durante nuestra transición. No profundiza nuestra dependencia del gas ruso", ha respondido la comisaria McGuinness durante el debate en la Eurocámara.

"La energía nuclear es divisiva. Hay muchos puntos de vista diferentes sobre la energía nuclear, tiene sus partidarios y sus detractores. Pero la energía nuclear, baja en CO2, también es parte de nuestra cesta energética durante la transición. Y por eso está en la categoría de transición de la taxonomía", ha explicado McGuinness.

La responsable de Servicios Energéticos ha negado que incluir la nuclear y el gas en la lista de inversiones verdes sea un caso de "blanqueo ecológico". La propuesta de Bruselas es "realista y pragmática" a la hora de impulsar la transición energética en un "tiempo de alta incertidumbre" en el que algunos Estados miembros (como Polonia, Alemania o Países Bajos) están reabriendo sus plantas de carbón para garantizar el suministro.

"El desarrollo de las energías renovables es una pieza clave de la política energética de la UE. Pero si realmente tenemos la determinación de alcanzar el objetivo de neutralidad climática en el 2050 es indispensable contar con el gas y la energía nuclear. No cabe duda de que la energía nuclear está libre de emisiones. Y tampoco cabe duda de que la capacidad tecnológica e industrial para producir hidrógeno a gran escala necesita de instalaciones gasísticas", ha dicho la portavoz del PP en el debate, Pilar del Castillo.

"Me temo que muchos colegas en esta Cámara creen en una transición energética inmaculada", ha criticado el portavoz de Ciudadanos en la Eurocámara, Luis Garicano. "La nuclear es una tecnología de transición útil porque no emite CO2. Y el gas también es necesario en la transición, como esta guerra ha dejado dolorosamente claro: emite la mitad que el carbón", defiende Garicano.

La portavoz de Izquierda Unida, Sira Rego, durante el debate de este martes en la Eurocámara Parlamento Europeo

"Introducir la nuclear y el gas en la taxonomía supone introducir una piedra que reduce la credibilidad de nuestra regulación, que reduce la capacidad de que nuestra regulación sea un estándar internacional. Esto no prejuzga la necesidad o no de invertir en gas o en nuclear, sino de denominar a las cosas por lo que realmente son", ha argumentado el portavoz del PSOE, Jonás Fernández.

"A pesar de que el consenso científico señala que la vacuna para frenar el cambio climático es el abandono de los combustibles fósiles, quieren que el gas y la nuclear sean energías verdes por decreto. Exceden sus competencias, señora McGuinness, para seguir beneficiando al oligopolio eléctrico que seguirá parasitando los fondos públicos", le ha dicho a la comisaria la líder de Izquierda Unida, Sira Rego.