Imagen de un molino de viento.

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Observatorio de la Energía

La oportunidad de los fondos europeos como herramienta ante la emergencia climática

Las ayudas pretenden impulsar un nuevo modelo económico que convine la creación de riqueza con el respeto del medioambiente.

28 octubre, 2021 05:30

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Acelerar la transición energética es un objetivo prioritario para la Unión Europea. Esta ambición se ha visto plasmada en la condición de que el 37% de los recursos del mecanismo de recuperación y resiliencia deben dedicarse a la acción por el clima. Un punto clave para conseguir el gran objetivo de esta iniciativa: que el 100% de los proyectos debe cumplir con el principio de no hacer daño al medioambiente. 

Para analizar la importancia del componente energético en este momento clave propiciado por las ayudas comunitarias LLYC ha preparado el estudio Cómo acelerar la transción energética: aprovechar el impulso de los Fondos Europeos.

El informe señala que los objetivos comunitarios para las próximas décadas son claros: Reducir un 55% las emisiones de CO2 (con respecto a 1990) en 2030 y ser el primer continente climáticamente neutro. Alcanzar 500 GW de generación de energía renovable para 2030. Instalar 6 GW de capacidad de electrolizadores y producción y transporte de un millón de toneladas de hidrógeno renovable para 2025.

Del mismo modo, se ha fijado la meta de instalar 3 millones de puntos de recarga eléctricos para 2030 y 1.000 estaciones de recarga de hidrógeno, asegurando el acceso a puntos de recarga cada 60 kilómetros (electrolinera) y 150 kilómetros (hidrogenera) en 2030. Todo ello para poner en circulación al menos 30 millones de vehículos de emisiones cero en 2030.

Reducción de emisiones

El punto de partida de esta iniciativa señala que el 75% de las emisiones de CO2 en Europa provienen del sector de la energía. Para 2030, el 40% de la generación de energía de la UE debe tener origen renovable. Por eso, NextGenEU dedica el 37% de sus fondos a la transición verde. Según el estudio de LLYC está en juego la puesta en marcha de "un nuevo sector de actividad económica y empleo, aumentar la autonomía energética, asegurar la relevancia en el nuevo escenario geopolítico que la transición energética del Siglo XXI va a dibujar".

De los 69.500 millones de euros que recibirá España del programa Next Generation en ayudas a fondo perdido un 40,29 % (28.000 millones de euros) se destinarán a actuaciones relacionadas con la transición ecológica y la sostenibilidad. Según fijan los condicionantes de las ayudas europeas, las inversiones deberán estar alineadas con las previsiones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y servirán para garantizar y acelerar que se logren diferentes objetivos.

Entre ellos destaca la reducción de emisiones GEI del 23% respecto de 1990 (equivalente al 38 % de las de 2010). Una participación de las renovables del 42% sobre el uso final de la energía. Del mismo modo, se persigue mejorar la eficiencia energética del 39,5%. Por último, se pretende que la energía renovable alcance una presencia del 74% sobre el total de la generación eléctrica.

Rehabilitación y eficiencia energética

Para ello, el estudio de LLYC destaca que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia prevé destinar recursos, en forma de ayudas a la inversión en grandes bloques directamente relacionados con la energía. Entre ellos destacan la rehabilitación y eficiencia energética, la movilidad sostenible, el desarrollo de energías renovables, el hidrógeno renovable o el almacenamiento energético y redes eléctricas.

En total, las inversiones en proyectos directamente relacionados con la energía se destinarán ayudas por 20.299,06 millones de euros, lo que supone un 29,21% del total del plan. España destinará 20.300 millones de euros a acelerar la transición hacia las energías limpias (un 29,21 % del total). La principal partida está destinada a la eficiencia energética, con más de 8.500 millones de euros, seguida por la movilidad (vehículo eléctrico y ferrocarril), con casi 5.100 millones.

Otras partidas que destaca el informe son las dirigidas a apoyar el despliegue de renovables (3.165 millones de euros), al hidrógeno (1.555 millones de euros) y al almacenamiento y las redes eléctricas (1.365 millones de euros).

En definitiva, el componente energético desempeñará un papel crucial en el éxito de los Fondos Next Generation. Alcanzar las metas señaladas supondrá un impulso definitivo a la configuración de un nuevo modelo económico que convine la creación de riqueza con el respeto del medioambiente. Un objetivo del que depende mucho del progreso futuro de tanto a nivel europeo como mundial.