De izquierda a derecha: Jean-Alexandre Manchés, principal accionista del Grupo Melchior Wines; Hector Pla, cofundador de Decántalo; Oriol RIpoll, cofundador de Decántalo; y GIlles Raison, CEO del Grupo Melchior Wines.

De izquierda a derecha: Jean-Alexandre Manchés, principal accionista del Grupo Melchior Wines; Hector Pla, cofundador de Decántalo; Oriol RIpoll, cofundador de Decántalo; y GIlles Raison, CEO del Grupo Melchior Wines.

Distribución

Decántalo: la historia de dos consultores que empezaron a vender vino 'online' sin tener ni idea y han creado un gigante

La compañía, que fue adquirida por el grupo francés Melchior Wine & More, acaba de hacerse con Bodeboca en España.

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En plena crisis económica, Hector Pla y Oriol Ripoll decidieron cerrar su consultora para crear una plataforma de venta online de vino. Así nació Decántalo en 2010 en Rubí (Barcelona), considerado ahora el mayor ecommerce de vino en España tras la reciente compra de Bodeboca.

Lo más curioso de esta historia que ya cumple 15 años es que ninguno de los dos fundadores de Decántalo tenía ni idea del sector del vino.

“No teníamos nada de conocimiento sobre el mundo del vino. Nosotros sabíamos de tecnología”, explica Hector Pla en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL-Invertia. Junto a su socio se dedicaban a crear proyectos tecnológicos para terceros.

Almacén de Decántalo.

Almacén de Decántalo.

Pero en esos momentos de crisis es cuando afloran las mejores ideas. Los dos vieron que el comercio electrónico empezaba a coger vuelo y decidieron lanzarse con varias pruebas.

Escogieron tres productos: jamón, aceite y vino. Con el primero el proyecto no cuajó por enfermedad de un socio externo.

“Así que arrancamos con aceite y vinos a la vez”, explica. Oriol Ripoll le contó el proyecto a un comerciante de una tienda pequeña de vinos de su barrio. Le interesó y les echó una mano.

El aceite no funcionó, pero el vino sí. “Vimos que el vino tiraba muchísimo y por eso nos quedamos con eso”, recuerda Pla.

Hector Pla y Oriol Ripoll, fundadores de Decántalo, junto a su equipo.

Hector Pla y Oriol Ripoll, fundadores de Decántalo, junto a su equipo.

Y casi desde el minuto cero apostaron por la internacionalización. “La primera versión de la web la lanzamos ya en español, inglés, alemán y francés”, dice.

Luego ampliaron a más idiomas y ahora venden en 35 países, lo que les permite generar el 75% de su facturación fuera de España.

Pero los comienzos no fueron fáciles. Tuvieron que hacer un gran trabajo para ganarse la confianza de un consumidor que no estaba habituado a comprar vino por internet y de unas bodegas que primaban el canal de la hostelería.

Y lo consiguieron. De hecho, han llegado a vender botellas de vino que cuestan entre 30.000 y 40.000 euros. Y para eso el comprador tiene que estar muy seguro de donde compra.

El gran salto lo dieron con el boom del ecommerce en plena pandemia de la Covid. “Fue una explosión de comercio electrónico y de venta de vino”, describe el fundador.

Para Hector Pla la pandemia supuso un antes y un después en el negocio de Decántalo porque les percibieron como un canal realmente sólido y fiable.

Fue un momento muy bonito porque nosotros antes de la Covid éramos los locos de internet”, detalla.

Pero las bodegas vieron que eran los únicos que en ese momento de crisis daban salida a ese producto que no se podía vender. Así que salieron reforzados de la pandemia.

Compras

Fruto de ello Decántalo duplicó facturación y entonces empezaron a “llegar ofertas” de empresas interesadas.

Y aunque a nivel personal les costó, finalmente los dos socios vendieron el 80% al grupo Melchior Wine & More, que incluye también al ecommerce francés Le Petit Ballon.

Primero se hizo con el 80% y luego con la totalidad de Decántalo. Pero se mantuvo al equipo directivo, entre ellos a los dos socios fundadores.

La atractiva idea del grupo francés de crear un gran ecommerce a nivel europeo les sedujo al instante.

Almacén de Decántalo.

Almacén de Decántalo.

Y ahí aparece la oportunidad el pasado mes de agosto de comprar Bodeboca a “un precio razonable” -y no desvelado-.

No hablamos de una compra cualquiera, sino del principal competidor de Decántalo en España.

La suma de estos tres buques insignia del vino online (Decántalo, Bodeboca y Le Petit Ballon) hará que a finales de 2025 alcancen una facturación conjunta de 50 millones de euros y la previsión es llegar a los 80 millones en 2028.

La integración bajo un mismo grupo les convierte en un gigante europeo, ya que contarán con más de 20.000 referencias entre vinos, destilados y productos desalcoholizados.

¿Desaparece Bodeboca?

Tras adquirir Bodeboca, surgió la duda sobre mantener o no ambas plataformas en España o que fuera absorbida por Decántalo. Y el grupo francés decidió dejar las dos marcas

¿Por qué? Al comparar referencias de vino en ambas plataformas vieron que sólo compartían un 40%, mientras que la cartera de clientes coincidía en un 8%.

“Nos dimos cuenta de que con ese catálogo diferente estábamos llegando a gente diferente”, dice el fundador del ecommerce español.

Por lo que han decidido mantener ambas plataformas activas con sus equipos. Lo único que cambia es que la logística de Bodeboca se traslada al almacén que Decántalo tiene de 1.500 m2.

Web de Bodeboca.

Web de Bodeboca.

Así, Decántalo apuesta por un modelo que combina escala y especialización y con el que seguirá potenciando su catálogo, que por sí solo ya acumulaba más de 10.000 referencias y un impresionante historial.

En estos 15 años, Decántalo ha enviado 750.000 pedidos con más de 10 millones de botellas de vino a 250.000 clientes.

Por otro lado, Bodeboca continuará centrándose en la Venta Privada para seguir brindando exclusividad a una comunidad que ya aglutina en España de más de 2 millones de usuarios.

Esta unión les permitirá facturar 35 millones este año en España y llegar a los 60 millones en tres años, según Pla.

Algo que les convierte en líderes en nuestro país frente a competidores más pequeños como Vinissimus y Vinoselección.

Una meta que estos dos “locos de internet” no podían ni imaginar hace 15 años cuando dejaron su trabajo para vender vino por Internet sin tener ni idea.