Sandra Tobar Laura Broche

La mítica Casa Tarradellas, responsable de que las pizzas frescas del ‘súper’ se coman en los hogares españoles o de que el fuet no falte en ninguna excursión, se ha colocado por primera vez en el top 10 del rankig de las marcas de consumo más elegidas en España que elabora la consultora Kantar. Y lo ha hecho en un año marcado por la Covid. Todo un éxito para una empresa familiar con una historia de crecimiento muy unida a Mercadona.

Detrás de este imperio de la alimentación se encuentran Josep Terradellas y su esposa Anna Falgueras. Todo empezó en 1976, cuando ambos crearon el Hostal de Osona en Vic, con un pequeño obrador dedicado a la elaboración de productos cárnicos que contaba con una fábrica, un restaurante y una tienda, en la antigua N-152 de Barcelona.

De ahí salieron sus embutidos hechos con la receta familiar de siempre. Su producto estrella, el fuet Espetec: un tipo de embutido en barra que pronto se popularizó llegando a ser referente en el mercado. 

Unos trozos de fuet sobre una tabla de madera. E. E.

Debido a este éxito, el matrimonio fundador decidió dejar el restaurante y concentrarse en elaborar estos productos. Así que la sociedad, que por aquel entonces se denominaba Frigoríficos Osona S.A., pasó a llamarse Casa Tarradellas S.A. en 1985.

La empresa se encarga de todo el proceso de elaboración por lo que cuenta con su propia cabaña porcina que les abastece de las carnes para elaborar sus productos más conocidos. Además, cuentan con un molino donde elaboran su propio trigo para poder producir la masa de sus productos de máxima calidad.

Además de su emblemático Espetec, en 1997 dio el gran salto con el lanzamiento de uno de los grandes iconos de la compañía: la pizza fresca. Fue toda una innovación en el sector ya que hasta la fecha este producto solo se vendía congelado. Y, como es lógico en este tipo de innovaciones, creció en el mercado hasta el punto de minar las ventas de la pizza congelada. 

Aliado de Mercadona

De hecho, del bum de este producto llega uno de los grandes hitos del modelo de negocio conseguido por Casa Tarradellas: el acuerdo como proveedor de la marca blanca Hacendado para las pizzas. Primero, en exclusiva y, desde hace unos años, con el cambio de estrategia de la empresa de Juan Roig, como proveedor totaler

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¿Qué implica este acuerdo? Estar presente en los más de 1.600 supermercados de la compañía valenciana en España a través de Hacendado. De hecho, recientemente Mercadona ha anunciado que lanza al mercado tres nuevas variedades de pizzas frescas elaboradas con masa madre en la fábrica que su proveedor totaler Casa Tarradellas tiene en Gurb (Barcelona). Las tres nuevas especialidades son: Margarita, Serrana y Pollo

Pero, además de la pizza y el Espetec, también llegaron los patés o las lonchas de jamón cocido, que encajaron a la perfección en los lineales de los supermercados. No pasó lo mismo con las conservas que lanzaron en los años 90. Negocio del que se retiraron. Esta breve incursión y el boicot que sufrió en 2017 por un supuesto apoyo al procés son las notas negativas de una historia empresarial casi impecable.

Crece la facturación

El triunfo de su modelo de negocio tiene su principal reflejo en sus cifras económicas. Al cierre del ejercicio 2019 (último depositado en el Registro Mercantil), la empresa casi rozó los 1.000 millones de facturación. En concreto, registró 981,4 millones, un 5,7% más que las ventas del año anterior. 

Esa cifra de ventas supuso un nuevo récord para la firma, que lo atribuyó al crecimiento en mercados exteriores y a la consolidación en el mercado interior de los productos nuevos, así como de los tradicionales. 

Evolución de las ventas de Casa Tarradellas. Fuente: Insightview.

Además, continúa con la tendencia alcista en sus ventas. Solo un dato para entender su crecimiento: en 2008 facturaba 528,7 millones de euros. Una cifra que, probablemente, suponga la mitad de lo facturado en 2020, ya que el año de la Covid benefició a las compañías de alimentación al consumir más en los hogares. 

Por otro lado, la empresa registró un beneficio de 24,87 millones, destinado a incrementar las reservas de la empresa. Ese mismo año generó 85 nuevos puestos de trabajo hasta sumar un total de 1.942 personas.

Así que, casi medio siglo después, el sueño de Josep Terradellas se cumplió. Él mismo explicó en una de sus escasas intervenciones públicas que "no se conformaba con ser campesino y punto". Y, desde luego, a la vista está que ha conseguido crear todo un imperio, presente -ahora más que nunca- en los hogares de los españoles. 

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