Sevilla

Esta historia empieza en Sevilla y en su centenaria Real Venta de Antequera. El paradisíaco espacio era la última parada de los toros antes de desembarcar en la Plaza de la Maestranza. Ahora sus habitantes son bien diferentes. Llevan uniformes, delantales y la mascarilla no esconde sus brotes de pubertad. Se trata de la generación del mañana en el sector más afectado por la Covid: la hostelería.

Detrás de su formación está la Fundación Cruzcampo, la entidad sin ánimo de lucro tras Cruzcampo y de Heineken España. Con 25 años de experiencia en la enseñanza de la hostelería, la fundación quiso ir más allá en el año más complicado del sector. En noviembre inició Talento Cruzcampo, una plataforma para impulsar el talento y la creatividad de la juventud bajo la batuta de organismos como la Fundación CEOE o la Asociación de Trabajadores Autónomos, entre otros.

La nueva normalidad también ha llegado a la fundación. Mientras las obras de su clásica escuela de la Avenida de Andalucía continúan, los ideólogos de la formación pensaron que este peculiar 2021 tenía que ir más allá y así se integró en su educación el nuevo programa de mentorización. El plan es sencillo: los 40 alumnos -todos becados- cuentan con una veintena de profesionales del sector para compartir en acción el aprendizaje de la hostelería.

“El talento llama al talento”, explica la directora de Relaciones Institucionales de Heineken España, Carmen Ponce. En declaraciones a Invertia, elogia la importancia de que los jóvenes conecten con el mercado laboral para que se enfrenten desde un primer momento a la realidad que les espera. Así, las empresas se ponen a su disposición y se convierten en los “padrinos” de la generación hostelera del mañana.

La directora de Relaciones Institucionales de Heineken España, Carmen Ponce.

Y es que la teoría recién aprendida no es lo único que traen los estudiantes bajo el brazo. De ciudades de toda España, ocho nacionalidades componen la promoción que aprende en la Venta de Antequera. Pese a que la formación se desarrolla en Sevilla como ciudad natal de la Fundación Cruzcampo, la intención es “echar a volar” por todo el país para seguir aprendiendo el oficio.

Formación de 360º

Carmen Ponce resalta durante la entrevista que la formación no es la habitual. Con una perspectiva de 360º, el plan de estudios incluye contenidos aplicables para el futuro laboral que les espera. Digitalización, nuevas vías de negocio, desarrollo personal, sostenibilidad o emprendimiento son algunas de las patas de la formación de la fundación.

Estos ingredientes, junto a la importante bolsa de trabajo de Heineken, dispara el porcentaje de emprendimiento entre el alumnado. Todo ello bajo tres importantes patas: clases teóricas, en sala y en cocina. Todos los docentes cuentan con experiencias de emprendimiento en el sector y preparan a los estudiantes para saber cómo funciona una empresa de hostería en todo su ámbito.

El director gastronómico de Tradevo, Gonzalo Jurado.

Esta es una de los aspectos que más valoran su futura competencia: el empresariado hostelero. Así lo explica a Invertia el director gastronómico de Tradevo, Gonzalo Jurado, que ha “apadrinado” a dos alumnos. “Viven con ilusión una experiencia cercana a la realidad empresarial,” señala mientras opina que estas acciones deberían extenderse al resto de los sectores ante la situación económica actual.

Apuesta por la juventud

En todo este proceso, la juventud tiene un papel protagonista y se prevé que así siga siendo. “La vocación innata de la marca es con los jóvenes”, reconoce Carmen Ponce mientras lamenta la cifra de tasa de desempleo entre este colectivo. “Están muy afectados por las condiciones actuales”, resalta. De ahí la necesidad de despertar el talento entre los jóvenes, “los protagonistas del cambio del mañana”.

Este despertar ya lo han notado en la escuela. Es el caso de Gonzalo, estudiante de 18 años de Constantina (Sevilla) e hijo de hosteleros que descubrió que era su vocación cuando conoció la faena. Otro ejemplo es el de Consolación, una chica de 25 años que sueña con abrir su propio negocio. La vida le puso a cargo de dos personas mayores a las que tenía que cocinar y fue así como descubrió su pasión por el sector.

Alumnos de la Fundación Cruzcampo en una práctica.

A juicio de la fundación, la enseñanza de hoy será la reactivación económica del mañana. “Tenemos que invertir en formación y entender los cambios a los que nos tenemos que adaptar”, opina desde Heineken, empresa orgullosa de aportar su granito de arena en el año de la esperanza y de forma desinteresada. “La solidaridad existe y necesita que la empresa la impulse”.

Noticias relacionadas