Edificio en construcción parado.

Edificio en construcción parado. Freepik

Construcción e Infraestructuras

Los concursos de acreedores en la construcción suben un 32% y ya superan el millar

De enero a octubre se sitúan en 1.079 y representan uno de cada cinco concursos empresariales llevados a cabo en España.

8 noviembre, 2022 02:23

Durante el mes de octubre, el sector de la construcción sumó 126 concursos de acreedores. Ampliado el periodo a los diez meses ya transcurridos de 2022, esa cifra se dispara hasta los 1.079 concursos. Se trata del 18% del total de concursos empresariales, y supone un crecimiento del 32% respecto al mismo periodo de 2021.

Son datos de Iberinform extraídos del BOE que ponen de manifiesto que el sector de la construcción, junto con el inmobiliario, no están capeando nada bien la crisis. Una situación que se viene produciendo durante los últimos años y que la invasión de Ucrania no ha hecho más que empeorar.

Del total de 5.996 concursos empresariales de enero a octubre, el 23% corresponde a construcción e inmobiliario: 1.379. En concreto, el 18% es construcción (1.079) y el 5% restante inmobiliario (300).

Fin de la moratoria

Fue el pasado 30 de junio cuando se puso punto final a la moratoria concursal. “La evolución de octubre confirma un claro incremento de las insolvencias tras el periodo excepcional de 27 meses de moratoria concursal”, indican desde Iberinform.

Este aspecto, junto a la recuperación desigual de la actividad, el endurecimiento de las condiciones financieras, el aumento de la inflación y la escasez de materias o primas o suministros han inflado el número de disoluciones y concursos.

[Las licitaciones desiertas en el sector de la construcción suman casi 900 millones de euros en el último año]

“Todos estos factores permiten prever que se profundice en este incremento de los procesos concursales en los últimos meses de 2022”, añaden.

Madrid (24% del total) y Cataluña (23%) son las comunidades autónomas donde más concursos se declaran. Les siguen la Comunidad Valenciana (16%) y Andalucía (10%). Por sectores, y como ya ha quedado reseñado, predominan las insolvencias en construcción e inmobiliario (23% del total) y el comercio (22%), seguidos de la industria manufacturera (14%), servicios a empresa (12%) y hostelería (10%).

Insolvencias

No sólo en el capítulo de concursos destacan construcción e inmobiliario. De enero a octubre, esa cifra es de 5.597. Se trata del 24% del total, y supone un incremento del 14% sobre idéntico periodo de 2021.

En el caso concreto de la construcción, las disoluciones fueron 310 en octubre y 3.731 de enero a octubre. Por tanto, un 16% del total, y un 13% más que en similar periodo de 2021. Por lo que respecta al sector inmobiliario, su número fue de 1.866 (el 8% del total y un 17% más que el mismo periodo del año anterior).

Obra parada.

Obra parada. Pixabay

Volviendo al mes de octubre, la disolución de empresas en todos los sectores registró un crecimiento del 9% respecto al mismo periodo del pasado ejercicio. Mismo porcentaje que acumula a lo largo del año, destacan en Iberinform. Por comunidades autónomas, la destrucción de tejido empresarial se concentra en Madrid (30% del total), Andalucía (14%), la Comunidad Valenciana (12%) y Cataluña (7%).

Claro ejemplo de que la construcción no está pasando por su mejor momento lo encontramos en el número de licitaciones públicas que están quedando desiertas. Así, de octubre de 2021 a septiembre de 2022, han sido 1.939. Por tanto, y traducido a euros, hablamos de 882,5 millones de euros que no han pasado a engrosar las arcas de las constructoras.

“Las licitaciones no están saliendo ni con el precio justo ni con el sistema de reequilibrio de los contratos. Tampoco recogen los sobrecostes”, denunció recientemente Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC).

Otro dato relevante destacado por la patronal es que cerca del 95% de las obras públicas no están sufriendo revisión de precios. Algo que sufren especialmente las pymes. Porque el sobrecoste de las obras, de media, se sitúa en el 33%. “La sangría que están sufriendo algunas empresas es alarmante. Se ralentizan, se paralizan y se abandonan las obras”, lamentó el presidente de la CNC.

Ampliaciones y reducciones de capital

Durante el mes de septiembre, el número de reducciones de capital en el tejido empresarial ha disminuido un -13%. En los nueve primeros meses de 2022, esa caída ha sido del -0,9%. Sin embargo, y por lo que respecta al importe, el crecimiento es del 2% en septiembre, y del 32% en los nueve primeros meses del año.

El montante acumulado de enero a septiembre, según Iberinform con datos del Registro Mercantil, es de 12.591 millones de euros. De esa cantidad, el 41% corresponde a construcción e inmobiliario: 5.162 millones (un 146% más sobre el mismo periodo de 2021). En este caso, el 12% es construcción (1.511 millones, un 118% más) y el 29% a inmobiliario (3.651 millones, un 159% más).

El principal motivo por el que se lleva a cabo una reducción de capital es la compensación del impacto de las pérdidas económicas en el patrimonio neto. La sociedad puede reducirlo con el fin de establecer una estructura financiera más acorde a su nueva situación.

En el caso de las ampliaciones de capital, el número de operaciones ha registrado decrecimientos interanuales del -1,4% en septiembre y del -0,6% en el conjunto del año. El saldo agregado de estas operaciones que refuerzan la solvencia empresarial acumula una caída del -34% en los nueve primeros meses del año y registró un decrecimiento en septiembre del -26%.

Por sectores, predominan las operaciones en el sector de construcción e inmobiliario (34% del total). Traducido a euros, 5.176 millones (un -12% sobre el mismo periodo de 2021). De esa cantidad, el 14% es construcción (2.131 millones, un -13%) y el 20% inmobiliario (3.045 millones, un -12%).

Las ampliaciones de capital son, en la mayoría de los casos, inyecciones de liquidez a través de la captación de nuevos fondos propios mediante aportaciones de los socios. En otras ocasiones, cuando proceden de la compensación de créditos contra la sociedad o de la transformación de reservas o beneficios, no se produce dicha inyección de liquidez.

Dos son los motivos los que empujan a las empresas a las ampliaciones de capital: por un lado, para reequilibrar su estructura financiera en el curso de una crisis económica en la que la acumulación de pérdidas amenaza su continuidad; por otro, para ampliar su capacidad de inversión y crecimiento en las fases expansivas del ciclo.