BBVA sigue adelante con su plan. El banco azul mantiene su opa sobre Banco Sabadell a pesar de la doble junta extraordinaria que hace unos días celebró el banco catalán, donde sus accionistas aprobaron por amplia mayoría tanto la venta de su filial británica TSB al Banco Santander como el reparto de un futuro megadividendo de 2.500 millones de euros como consecuencia de esta operación.
En una información privilegiada ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), BBVA recuerda que los acuerdos aprobados por los accionistas de la entidad catalana le facultan a desistir de la oferta, previa conformidad de la CNMV. Pero esta no va a ser su postura.
El banco presidido por Carlos Torres asegura ante el supervisor de los mercados que, "una vez analizados los acuerdos adoptados y considerando la información disponible, BBVA ha decidido no desistir de la oferta por esta causa y, por lo tanto, la misma se mantiene vigente conforme a lo previsto en la normativa aplicable".
Como publicó este periódico, BBVA tiene la intención de mejorar el precio de la opa en septiembre y dar sólo 30 días a los accionistas del Sabadell para que la acepten.
"BBVA ha decidido seguir adelante y actualizará y publicará toda la información relevante una vez obtenga, previsiblemente a principios de septiembre, la aprobación del folleto por parte de la CNMV", afirman fuentes de la entidad.
Una gran entidad europea
En la rueda de prensa posterior a los últimos resultados trimestrales, hace sólo unos días, el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, aseveró que "nuestro foco es la creación de valor". "Invertimos capital sólo si tiene sentido desde esta óptica de creación de valor", añadió el turco. Unas palabras que ahora cobran todo el sentido.
El consejo de BBVA ha reiterado su confianza en las bondades de la fusión para ambas entidades, sobre todo con el objetivo de convertirse en una de las grandes entidades de Europa ante los retos geopoliticos y financieros que afronta la economía comunitaria.
Torres está resuelto a llevar a cabo la operación, aunque le cueste tres años de gestión independiente de ambas marcas, como ha exigido el Gobierno. No obstante, esa condición clave se puede impugnar ante el Tribunal Supremo, una opción que BBVA tiene sobre la mesa desde hace tiempo.
La propia Comisión Europea ha abierto un expediente de investigación para estudiar si ese bloqueo impuesto por Economía es una prohibición de facto. Desde Bruselas entienden que eso puede vulnerar la libre circulación de capitales y empresas en la UE.
