El Gobierno ha despejado una incógnita en la opa de BBVA a Sabadell, pero ha abierto muchas más. Su bloqueo a la fusión durante, al menos, tres años, está llevando al banco azul a pensarse muy bien si sigue adelante con una operación que no está claro cuándo podrá cerrar.
Tras un mes con el mercado en vilo, el Ejecutivo ha agotado los plazos para tomar una decisión sobre la opa. Debía ratificar o modificar la autorización de la operación que dio la autoridad de Competencia y ha decidido finalmente hacerlo, pero con una condición.
Una condición que no es sencilla de cumplir. Según la misma, BBVA tendrá que esperar entre tres y cinco años para solicitar la fusión de ambos bancos, pues durante este tiempo debe mantener de forma independiente la personalidad jurídica, el patrimonio y la gestión de la entidad catalana, aunque consiga comprársela a sus accionistas.
Esta condición implica otras, como que BBVA no podrá ejecutar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por causas relacionadas con la compra de Sabadell, aunque sí por otros motivos.
Y es que el Gobierno ha fijado cuatro ámbitos de interés general que BBVA tendrá que respetar durante este tiempo: financiación y crédito, especialmente a pymes; recursos humanos; red de oficinas y servicios bancarios y obra social. Mientras los respete, podrá hacer lo que quiera.
Las certezas
El veredicto del Gobierno ha traído algunas certezas a este proceso, del que tantos actores del mercado están pendientes. La primera y más clara es que BBVA no podrá acometer la fusión de Sabadell, al menos, hasta que pasen tres años. Y, más adelante, ya se verá.
En ese momento, la entidad que preside Carlos Torres podrá solicitar al Ejecutivo -cuyo color político es difícil de anticipar- llevar a cabo la fusión de ambos bancos. Ese gobierno podrá decidir permitir la integración o no.
También está claro que BBVA no va a poder lanzar un despido masivo relacionado con la compra, aunque consiga hacerse con la propiedad de Sabadell a través de la opa. Pero sí podrá hacer recortes de empleo por otros motivos.
La tercera certeza es que el banco de origen vasco podrá integrar a Sabadell en su plataforma tecnológica, como ha informado EL ESPAÑOL-Invertia. Tendrá capacidad de hacerlo siempre que la iniciativa no afecte a ninguno de los intereses generales señalados en el acuerdo del Consejo de Ministros.
Muchas dudas
Más allá de estas certezas, en el proceso siguen existiendo aún muchas incertidumbres. La principal es si BBVA será capaz algún día de integrar Sabadell en su negocio. No por falta de ganas, sino porque el futuro Gobierno se lo impida.
Cuando falten entre seis y dos meses para que se cumplan esos tres años, ambas entidades tendrán que remitir a la Secretaría de Estado de Economía un informe de situación y, a partir del mismo, el Gobierno decidirá si amplía el bloqueo otros dos años.
Así, es prácticamente imposible anticipar si BBVA podrá integrar Sabadell en tres años, en cinco o cuándo. Dependerá de un gobierno que no se sabe si tendrá el mismo color político que el actual.
Todo esto dando por sentado que el banco consiga sacar adelante la opa, algo que tampoco se puede saber por el momento.
César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, a su llegada al curso que organizan BBVA y APIE.
La entidad está rehaciendo sus cálculos y, según publicó Bloomberg, contactando con sus inversores de referencia para ver si apoyarían la opa en el caso de seguir adelante con el plan. Pero por el momento no ha dado pistas de sus intenciones y "todas las posibilidades" están abiertas.
De hecho, otra de las dudas es si BBVA intentará ganar en los tribunales la posibilidad de fusionar Sabadell.
Torres ya adelantó que, en el caso de que el Gobierno decidiera endurecer los compromisos pactados con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) "la vía judicial existe".
Sin embargo, desde el banco tampoco han aclarado si tomarán esta vía. Carlos Cuerpo, ministro de Economía, no la teme. "El ángulo legal lo tenemos cubierto desde el principio", dijo en rueda de prensa el pasado martes.
Las sinergias y TSB
Tampoco está claro qué sinergias podrá obtener BBVA en el caso de que saque la opa adelante, con el bloqueo de la fusión en ciernes.
El banco proyectó al inicio del proceso que obtendría con la operación unas sinergias de 850 millones de euros (unos 603 millones después de impuestos) a lo largo de tres años. De este importe, 100 millones corresponden a ahorros financieros.
Del resto, unos 300 millones serían por ahorros de personal, con la previsión de cerrar 300 oficinas, y el resto, por la tecnología. En este último importe es donde se englobarían las sinergias por contar con una sola plataforma tecnológica.
La quinta duda clave del proceso es si, en el caso de que BBVA consiga comprar Sabadell, el perímetro de la entidad catalana incorporará a su filial británica, TSB.
El banco ha recibido muestras de interés de otros grupos que quieren comprarlo y tiene margen temporal, aunque poco, para cerrar un acuerdo antes de que sus accionistas decidan si venden el banco o no.
Por el momento, no se sabe si se venderá. Y es que los gestores de Sabadell han indicado que sólo se plantearán la desinversión en el caso de que genere valor para sus accionistas. Pase lo que pase con la opa y con BBVA.
